Mauricio Pochettino y Leo Messi hacen saltar por los aires el PSG

Los argentinos ya chocan y evidencian otros problemas

Que Mauricio Pochettino quitara a Leo Messi, un jugador acostumbrado a tomar las riendas del FC Barcelona desde el inicio, en el terreno de juego, y hasta el final de los partidos, tiene un pase (aunque ya veremos qué consecuencias tiene en la relación entre las dos figuras del PSG a tenor de la cara que puso el argentino al ser sustituido) pero esta situación unida al juego del equipo y la falta de conexión que existe todavía entre su tridente lleva a las alarmas al gigante francés.

De un lado, hay que decir que a Messi le está costando muchísimo adaptarse al fútbol francés, al juego del Paris Saint-Germain y a sus compañeros. El PSG no juega para él, como el Barça, el equipo se parte con mucha facilidad, concediendo muchas ocasiones, y la figura del PSG en este arranque de campeonato (más allá de Ander Herrera, uno de los grandes goleadores del equipo en estos primeros compromisos) es el tercero en discordia en el tridente, ese al que la grada pita y que no renueva: Kylian Mbappé.

Dígase una cosa a colación de este asunto: el equipo capitalino galo juega peor con el tridente que sin él. También defiende peor. Por todo ello se avecinan líos, sobre todo si los goles no acompañan a Messi y este no conecta con Neymar, la auténtica estrella del equipo. Ante esta perspectiva cabe preguntarse si pese a su amistad, ¿lleva bien el 10 de Argentina estar a la sombra de otros cracks, como en este caso el 10 de Les Bleus y el 10 de la canarinha?

Por último, hay que incidir en la figura de Pochettino, el señalado en toda esta historia tras cambiar al astro de la Albiceleste ante el Olympique de Lyon. Pochettino quiere ganar y prepara los partidos para tal menester, pero está atado de pies y manos ya que no se puede permitir dejar en el banco a ninguno de los integrantes del tridente, unos que, dicho sea de paso, no se prodigan especialmente en defensa. Es cierto que Neymar, Mbappé y Messi son jugadores excepcionales, pero empieza a parecer que no conviene juntarlos a todos a la vez: el PSG es menos competitivo con los tres monstruos, la temporada es larga y la primera derrota puede hacer estallar al club. Y Mbappé, entre medias, sigue sin renovar…