Mauricio Pochettino pide esto al PSG: Barça y Real Madrid tiemblan

Destroza los planes de ambos clubes

Mauricio Pochettino aún no ha sido confirmado como nuevo entrenador del Paris Saint-Germain, pero el acuerdo ya está completamente cerrado. Y, si no hay ninguna sorpresa, debería de anunciarse en cuestión de días, antes de que acabe esta semana. El jeque ya ha alcanzado un pacto con Thomas Tuchel, que se llevará una importante compensación por su despido, y está en conversaciones muy avanzadas con el argentino, que es el gran favorito, por no decir la única opción que contemplan.

Y el ex de Real Club Deportivo Espanyol, Southampton o Tottenham Hotspur está muy ilusionado con la posibilidad de volver a los banquillos. Lleva más de un año sin entrenar, y ya echa mucho de menos la sensación de estar al cargo de algún equipo. A parte, ya militó como futbolista en el Parque de los Príncipes. Ahora regresaría para ser el director de una orquestra que comandan Neymar Junior, Kylian Mbappé, Marquinhos, Keylor Navas, Ángel Di María, Marco Verratti… y a la que puede sumarse Christian Eriksen.

Porque ‘Pocche’ desea contar de nuevo en sus filas con el internacional danés, al que convirtió en uno de sus soldados más fieles. Trabajaron juntos durante mucho tiempo en White Hart Lane, y estarían encantados de reunirse otra vez, pues guardan un gran recuerdo el uno del otro. A parte, sabe que atraviesa una situación delicada en el Inter de Milán de Antonio Conte, donde no dispone de minutos, y tiene la puerta de salida abierta de par en par.

Sin embargo, eso no es todo, pues también habría pedido al PSG más llegadas. Por ejemplo, la de un central galáctico, de primer nivel, y que está en la agenda de Barça y Real Madrid. Ese sería Kalidou Koulibaly, del Napoli, por el que pueden hacer un importante desembolso. Eso, sin contar los jugadores a los que espera retener durante más tiempo en la Ligue 1. Entre ellos, por ejemplo, estaría incluido Kylian Mbappé, Mauro Icardi o Juan Bernat.

Ahora si, el proyecto que tienen en mente en la capital de Francia se puede decir que mete el miedo a todos.

Ya era hora.