Leyenda del PSG, culebrón como Mbappé y víctima de Luis Enrique: rotundo “no” a Barça y Chelsea

El centrocampista italiano, muy contundente en su elección

Se ha vivido un verano muy agitado en el Parque de los Príncipes ya que futbolistas como Kylian Mbappé y Marco Verratti han estado en la rampa de salida del PSG durante los últimos tres meses.

Finalmente, el ‘7’ permaneció en el equipo en la que será, previsiblemente, su última temporada en el proyecto galo, pero con Verratti la situación ha finalizado de forma totalmente opuesta ya que, tras dar su beneplácito Luis Enrique a Al-Khelaïfi para traspasar al italiano, el jugador ha acabado recalando en el Al Arabi de la liga catarí a cambio de 45 millones de euros más algunos bonus incluidos, algo que supone un giro radical a su carrera.

Verratti ya es historia del PSG, un jugador que no por terminar su etapa en el equipo de una forma un tanto accidentada deja de estar considerado una leyenda del club ya que el italiano ha formado parte del mismo doce temporadas, más que cualquier futbolista de la actual plantilla que dirige Luis Enrique.

Eso sí, la segunda novedad este apartado reside en los tres equipos que recibieron un contundente “no” por parte del jugador de 31 años para cerrar su fichaje. Según recoge el portal BBC News, el Barça y el Chelsea intentaron convencer a Marco antes de que este se decantase por la propuesta catarí en lo que hubiera supuesto un fichaje de muy alto calibre ya que Verratti, a pesar de los problemas vividos en París durante los últimos tiempos, ha estado considerado durante muchas temporadas como un top en su posición.

Inteligente como pocos y con un don innato para proteger el balón a pesar de su menuda estatura, el de Pescara ha sido indiscutible en París desde el primer momento en que llegó al equipo, pero el fichaje de Manuel Ugarte, una importante apuesta personal de Nasser Al-Khelaïfi, ha terminado desencadenando su salida.

A los dos colosos mencionados se sumó, a última hora, el Bayern, pero la idea de futuro de Verratti no miraba a seguir en la élite europea, entre otras razones, porque en el Al Arabi se embolsará una cuantiosa cifra salarial que no hubiera recibido ni en Barcelona, ni en Londres, ni en Múnich.