¡Bombazo del PSG, se acabó el Culebrón! ¡Se va y ha elegido destino!

No aguanta más

Los polvorines van por barrios. Así como Barcelona ha sido foco de fétidos olores durante amplias fases de la temporada, ahora es la capital de España, en Chamartín, donde los vapores supuran, pero lo hacen evocando miedo ante lo que se avecina: City, Barcelona y dos partidos por una temporada. Eso sí, no son los únicos lugares donde el hedor es incómodo, en París las circunstancias están ahogando al cuadro de Thomas Tuchel.

Y al mismo entrenador bávaro, que cada vez se ve más acorralado por la relación con sus jugadores. El técnico ha mostrado su disconformidad con el comportamiento de algunos de ellos, con las fiestas, las ausencias, la vida privada, los viajes publicitarios o las malas formas sobre el césped ante decisiones suyas. Y el club no le ha respaldado, sobre todo porque temen la reacción airada de los dos principales hostigadores: Neymar Junior y Kylian Mbappé.

Y esta batalla parecen haberla ganado el francés y el brasileño, una vez más. Neymar rajó incluso del club, del planteamiento médico y de haberle mentido a la afición sobre su situación física, y en el peor momento: tras la derrota en la ida de octavos de final de la Liga de Campeones frente al Borussia de Dortmund en el Signal Iduna Park, donde lo parisinos perdieron con los locales por dos tantos a uno.

Y Tuchel está harto de esta situación, además de que tiene una oferta muy suculenta sobre la mesa, que responde además a un sueño propio y que pretende aceptar al final de temporada: el Bayern de Múnich. El míster, ex del Dortmund, prefiere regresar a la Bundesliga y a un club histórico, donde prima la entidad por encima de las figuras, que entiende y donde no le puede ocurrir lo que le ha sucedido en la capital de Francia.