Barça, Al-Khelaïfi, Neymar y ya está aquí la mayor locura de la historia del fútbol, por Mbappé

El jugador, en la órbita de casi cualquier vía posible entre los clubs más ricos, recibe la madre de las ofertas

Cuando el Barcelona vio en su día que el Paris Saint-Germain no solo se interesaba por Neymar y su interés era correspondido, sino que abonaba una cláusula de rescisión, otrora inaccesible, de 222 millones de euros, el fútbol europeo dio un vuelco, uno que ahora puede volver a cambiar con el lío de Kylian Mbappé y el Paris Saint-Germain, que, como no, ha tenido una respuesta que deja las vías abiertas por el Barça, el Real Madrid o la Premier League con Nasser Al-Khelaïfi en un mero juego de artificio.

Órdago del PSG y respuesta del jugador

Cuando el PSG se ha puesto firme en su decisión de no permitir que Mbappé se pueda marchar gratis dentro en menos de un año no esperaban una respuesta tan inamovible por parte del jugador, y en esas estamos, con los dos frentes atrincherados y la situación pendiente de explotar. Quizá por eso la Premier League vuelve a interesarse por el jugador, por el que ha preguntado hasta el Barcelona, aunque hay una oferta que las supera a todas.

Y es que el Al Hilal, que quiso fichar a Leo Messi, al que perdió a manos del Inter Miami, ha puesto una cantidad encima de la mesa, una que deja muy atrás la pagada en su día por el conjunto francés al Barcelona. Y es que el equipo árabe está dispuesto a pagar 300 millones de euros por la libertad del jugador, una suma que se escapa de toda lógica de mercado en Europa.

El jugador, por su parte, no parece que quiera aceptar esa vía y se refugia en su derecho a decirle ‘no’ al PSG: no renovará, espera que la justicia le de la razón o que el PSG ceda, un equipo francés que le ha amenazado con dejarlo en la grada toda la temporada si no renueva. Y la situación, aún estancada, está destruyendo al PSG por dentro con Luis Enrique en su interior. La plantilla está dividida porque el 10 de les bleus está apartado. También se comenta que el PSG quiere cederlo y Arabia se pone al frente de cuantas cantidades se puedan pagar por él.