Al-Khelaïfi y Neymar asestan el golpe definitivo a Kylian Mbappé: Luis Enrique está de acuerdo
El compromiso del PSG cambia de bando, el de Bondy pierde peso
Muy probablemente Kylian Mbappé termine cumpliendo aquello que ha anunciado en las últimas fechas, la temporada que viene jugará en el Paris Saint-Germain, sin embargo, su ocaso en el club parisino ya ha dado sus primeros pasos y será complicado para el 7 revertir la situación, una que ha puesto a Nasser Al-Khelaïfi, máximo gestor del club, Neymar Júnior, estrella y número 10 de París, y Luis Enrique, próximo entrenador del club, de acuerdo.
Compromiso duradero; la fidelidad cuenta
Una de las cosas que más se valoran en el fútbol moderno dentro de un club es la fidelidad, el compromiso a largo plazo, y eso es algo que Neymar sí posee con el PSG, cosa de la que no puede alardear un Mbappé que ha puesto trabas una temporada sí y la otra también a su compromiso a largo plazo con los franceses. Y eso cala en Qatar. El emir se ha abierto a negociar su venta y con eso queda todo dicho. Otra cosa es que vaya a hacerse, sobre todo porque Mbappé perdería mucho dinero firmando esta campaña su marcha de París, posiblemente rumbo al Real Madrid. Pero el daño ya está hecho en la relación ¿Y quién se beneficia? Está claro, Neymar.
Él fue el comienzo de este proyecto, su dorsal en la elástica lo acredita y él está llamado a sobrevivir al 10 de les bleus y a Leo Messi. Neymar se quedará en el PSG porque no quiere salir y eso para el PSG, pese a las lesiones y el comportamiento del brasileño, llega al club, que, de la mano de Luis Enrique, le da plena confianza. Mbappé por su parte puede que se quede, pero ya no será considerado como el referente, la estrella.
Ha sido L’Equipe quien ha confirmado que Neymar, que ejecutó la cláusula de renovación con el club hasta 2027, quiere quedarse en el PSG y tratar de ser su líder y a fe que ahora mismo es lo más parecido a tal cosa en el Parque de los Príncipes; al menos, así lo atestiguan Al-Khelaïfi y el dueño catarí: el compromiso de Neymar es absoluto e incondicional -sea por las razones económicas que sean- y eso al PSG le vale más que el continuo coqueteo de Mbappé con la búsqueda de su libertad individual por encima del colectivo. Para más inri, Neymar triunfó y consiguió un nivel parejo al de Messi con el míster entrante, un Luis Enrique que consiguió al sudamericano una versión superlativa.