Gracias a Arabia Saudí, Deco esquiva el fichaje que Jorge Mendes quería en Barcelona desde el City

Finalmente el carrilero portugués ha firmado con el Al-Hilal

Uno de los nombres que más llegó a sobrevolar las oficinas del Camp Nou, fue el de Joao Cancelo. El carrilero portugués, que pasó un año, sin pena ni gloria por can Barça era una de las posibilidades que manejaba la dirección deportiva de cara a mejorar las posiciones de lateral diestro y zurdo en la plantilla de Hansi Flick. Sin embargo, entre la falta de recursos económicos y de confianza en el jugador, ha sido el Al-Hilal el que se ha llevado el fichaje del carrilero luso, que así, se despide del fútbol europeo.

Señalado por todo el barcelonismo y Deco lo quería

Pese a que gran parte de la culpa que el Barça perdiera dos de los partidos más importantes de la temporada fuera suya, Deco seguía considerando interesante el fichaje de un Joao Cancelo al que toda la afición culé ya le había puesto la cruz. En este sentido, el papel de Jorge Mendes como representante era fundamental para que el luso interesara a la directiva. Sin embargo, gracias a la oferta de Arabia Saudí, los culés han esquivado una bala muy peligrosa, pues la llegada de Cancelo hubiera puesto al barcelonismo en pie de guerra.

Por su parte, el Manchester City también se quita un importante peso de encima. Pep Guardiola no contaba para nada con un Cancelo que un año y medio atrás sentenció su estancia en el conjunto citizen al enfrentarse a un Guardiola lo mandó cedido al Bayern y al Barça, donde el portugués nunca fue capaz de reencontrarse con aquella versión que parece que solamente el técnico catalán puede invocar.

Contrato faraónico y final de carrera a los 30 años

Con apenas 30 años, todo apunta a que Joao Cancelo ha firmado su sentencia en Europa. Tras dos años realmente malos y con un contrato que apunta a ser extraordinariamente alto, el portugués se despide, a los 30 años de su etapa en la máxima élite del fútbol. Una etapa que podría haberse alargado si Deco hubiera apretado el gatillo, algo que, por tranquilidad del aficionado blaugrana no ha acabado sucediendo.