Zinedine Zidane tuvo buen ojo: el crack que acertó en rechazar

Timo Werner sonó con fuerza para aterrizar en el Real Madrid en el pasado. En especial, a lo largo del verano de 2020. Venía de hacer una gran temporada en el RB Leipzig, y no era la primera, y pedía a gritos el salto a un grande de Europa. Además de por su edad, 24 años tenía en ese momento, y por su tremenda experiencia, también resultaba especialmente atractivo por su precio, pues en su contrato había una cláusula de rescisión de apenas 53 millones de euros.

Un precio realmente apetecible, viendo las cifras que se manejan en el mercado por cualquier futbolista. Florentino Pérez se planteó muy seriamente apostar por su contratación, pero Zinedine Zidane le paró los pies. Aseguró que, para empezar, no era necesario, y no iba a ser titular, debido a la presencia de Karim Benzema, que es la gran estrella del equipo, junto a Sergio Ramos. Y no iban a pagar ese dinero, ni el sueldo que pedía, a un futbolista para ser suplente.

Además, el canterano del VFB Stuttgart tampoco iba a aceptar estar en el banquillo. Finalmente, el presidente decidió, ni siquiera, intentar que aterrizara en el Santiago Bernabéu. Antes, también debería de deshacerse de Luka Jovic y Mariano Díaz, algo que no consiguió, y que todavía no ha podido hacer. El internacional alemán, por su parte, se marchó al Chelsea, donde fue presentado como un fichaje estrella, y tuvo un gran recibimiento.

Sin embargo, se le puede catalogar como un fracaso, pues se esperaba bastante más de lo que está ofreciendo. No se le puede poner a la altura de Kai Havertz, que está siendo todavía peor, pero tampoco está cumpliendo las expectativas, y ni siquiera la llegada de su compatriota Thomas Tuchel al banquillo, en sustitución de Frank Lampard, le ha hecho cambiar la cara. 10 goles y 10 asistencias son sus estadísticas en los 40 encuentros que ha disputado.

Unas cifras realmente pobres. Werner, además, ha trasladado su mal momento de forma a la selección germana, siendo uno de los señalados por la sorprendente derrota ante Macedonia del Norte.

Porque, con empate a uno, erró una ocasión clarísima.