Zinedine Zidane señala a tres jugadores tras el empate del Real Madrid

Todos ellos desperdiciaron la oportunidad

El Real Madrid volvió a ‘pinchar’ este fin de semana, y se complicó su liderato en La Liga Santander. Con la plaga de bajas a las que ya están acostumbrados, que permitió ver a los menos habituales sobre el césped, y con un equipo muy poco reconocible, no pudo pasar del empate frente al Getafe, que está virtualmente salvado. No hubo goles, y, de no ser por Thibaut Courtois, el marcador podría haber sido diferente. Ahora, queda prohibido volver a fallar.

El miércoles ante el Cádiz, tienen una nueva prueba de fuego, y dejarse puntos ya sería su sentencia. Pero la realidad es que Zinedine Zidane casi no tiene recursos en la plantilla, y no hay que olvidar que en poco más de una semana tienen la ida de las semifinales de la Champions League ante el Chelsea. Un choque que a buen seguro no disputará un Marcelo Vieira que fue de lo más flojo ante los ‘azulones’, algo que ya no sorprende a nadie.

Jugando otra vez como lateral, y no como carrilero, donde rinde mejor, dejó de nuevo al descubierto sus carencias defensivas. Su banda fue una autopista, y de no ser por el buen encuentro que protagonizaron Eder Militao y Víctor Chust, las consecuencias habrían sido peores. Ofensivamente, a parte, tampoco hizo absolutamente nada, pues ni siquiera se dejó ver, mostrándose especialmente tímido. Ya no está para ser útil en el Santiago Bernabéu.

Exactamente igual que Isco Alarcón, otro que en su momento fue muy importante, en la primera etapa de Zinedine Zidane, pero que ya es otro. El caso del brasileño es comprensible, pues la edad no perdona, pero lo del malagueño es inexplicable, pues todavía no ha entrado en la treintena. Y no es una situación nueva, ya que lleva así un par de años, e incluso, más. Fue titular de nuevo tras un tiempo desaparecido, y no aportó nada. Como Álvaro Odriozola.

Notó otra vez la falta de ritmo, y, también, de confianza por parte del entrenador y de sus compañeros. No se le puede echar la culpa de nada, pero estuvo muy flojo.

No da para más, parece.