Zinedine Zidane rechaza la llamada a la desesperada de un galáctico
Ofrecimiento en el Real Madrid
Mauro Icardi vive una situación muy complicada en el Paris Saint-Germain. Porque no tiene buena relación con Thomas Tuchel, que ya pidió que no hicieran efectiva la opción de compra de la que disponían este verano. Sin embargo, desde la directiva no le hicieron caso, y acabaron haciéndose con su pase a título definitivo, después de una buena campaña como cedido por parte del Inter de Milán. El problema es que acabó siendo suplente.
En la fase decisiva de la temporada, y jugándose la Champions League, el internacional argentino tuvo un rol completamente secundario. Y ha comenzado exactamente de la misma manera, ya que este verano ha llegado Moise Kean, cedido por el Everton de Carlo Ancelotti y James Rodríguez, que la está rompiendo. Está muy descontento con su situación, y ya le han avisado que esta no mejorará. Apenas un año después de su llegada, ya medita irse.
Además, tanto él como su mujer, la polémica, extravagante y controvertido Wanda Nara, no acaban de sentirse a gusto en Francia. Y su deseo sería regresar a Italia, donde estuvo residiendo muchos años, pero no tiene ninguna oferta en firme. Se hablaba del posible interés del AC Milan o de la Juventus de Turín de Cristiano Ronaldo, pero todo ha quedado en nada. Y su otro objetivo sería aterrizar en España, por lo que se ha puesto manos a la obra.
Y no se lo ha pensado dos veces a la hora de ofrecerse, de nuevo, al Real Madrid, para el que ya sonó con fuerza en anteriores ocasiones. De hecho, hubo una vez en la que estuvo muy cerca de concretarse su llegada, pues Florentino Pérez nunca ha ocultado que le encantaría tenerle en sus filas, ya que es un goleador contrastado y con experiencia. Fue Sergio Ramos quien le rechazó, por su pasado en la cantera del Barça, y por su fuerte carácter, muy polémico.
Y ahora, el encargado ha sido Zinedine Zidane, que no ha querido saber nada de la posible llegada de Icardi. Deberá de buscar en otro sitio, y la Premier League aparece en su horizonte.
Es su única salvación.