Zinedine Zidane lo ve con buenos ojos: zaguero para el Real Madrid
Opción para reforzar la defensa
Zinedine Zidane ha dejado bien claro que no confía ni un ápice en Eder Militao. Esta temporada, aún no ha podido debutar, pero en la pasada, apenas tuvo continuidad ni regularidad en el Real Madrid. Algo que es comprensible, teniendo en cuenta que la pareja que forman Raphaël Varane y Sergio Ramos está plenamente consolidada, y que no es nada sencillo quitarles el puesto. Además, era su primer año en La Liga Santander, y necesita, como todos, de un periodo de adaptación.
Y más, si tenemos en cuenta que apenas tiene experiencia en Europa, ya que solamente había estado un año en las filas del Oporto. Allí, se salió, lo que le valió para que Florentino Pérez pagara 50 millones de euros. Pero el técnico francés no está dispuesto a esperarle mucho más, y ve con buenos ojos la llegada de otro crack para ese puesto. Porque se rumorea que estarían bastante interesados en la contratación de Nikola Milenkovic.
El crack de la Fiorentina ha comenzado con muy buen pie la temporada, dejando una gran sensación de solidez. Cada vez le ve más maduro y formado, y, a sus casi 23 años, ya está plenamente asentado en la élite. Es uno de los mejores zagueros de la Serie A, y no extraña en absoluto que clubes como el AC Milan, el Inter de Milán, el West Ham United o el Liverpool de Jürgen Klopp estén interesados. Porque, a parte, también puede jugar como lateral derecho.
Pero es en el eje de la zaga donde se siente más cómodo. Tiene una gran envergadura, 195 centímetros, lo que le permite dominar el juego aéreo. El canterano del Partizán también es corpulento y robusto, tiene una poderosa zancada y no es nada torpe a la hora de sacar el balón jugado desde atrás. Pocas veces comete errores, y puede cambiar de aires a cambio de un precio muy asequible, de unos 30 ‘kilos’. El Madrid puede pagarlos sin problema.
El internacional serbio promete dar mucho de que hablar de aquí a que acabe el mercado de fichajes, algo que sucederá la próxima semana.
Su continuidad en el cuadro ‘viola’ está en el aire.