Zinedine Zidane cuelga el teléfono a una estrella que le pedía ayuda

Anthony Martial no jugará más en lo que queda de temporada en el Manchester United, y tampoco irá a la Eurocopa, por culpa de una lesión. Pero, a decir verdad, parece complicado que Didier Deschamps le hubiera convocado, pues no es que lo estuviera haciendo nada bien. Y en el equipo que dirige Ole Gunnar Solksjaer había perdido su condición como titular, pues por delante tiene a Marcus Rashford, a Edinson Cavani y a Mason Greenwood.

Después de una campaña anterior realmente buena, probablemente la mejor desde que aterrizó en la Premier League, en esta ha vuelto a bajar sus prestaciones. Ha hecho partidos horribles, fallando ocasiones muy claras, que le han costado muchas críticas. Siete tantos y ocho asistencias suma entre todas las competiciones el galo, unas cifras que hablan por sí solas. Porque son muy pobres, teniendo en cuenta que suele actuar como delantero centro, o como extremo.

El ex del Olympique de Lyon y del AS Mónaco, a sus 25 años, piensa en un cambio de aires, y en iniciar una nueva aventura en otro equipo donde pueda relanzar su carrera. Y, como ha revelado su mujer, el equipo con el que sueña es con el Real Madrid, como gran parte de los jugadores profesionales. “Me encantaría que jugara en el Real Madrid. Lo siento mi amor, pero si pensara egoístamente en mí te diría que sí. El club al que debe ir es en el que se sienta bien. Es lo único que deseo” espetó.

Además de por la importancia y la historia del club, obviamente influye mucho el hecho de que sea dirigido por Zinedine Zidane, su ídolo de la infancia. No obstante, ha sido su compatriota el que se ha encargado de colgarle el teléfono, y ha cortado de raíz su sueño de acabar jugando en el Santiago Bernabéu. No ve necesario traer a un jugador tan irregular, y que no sería nada barato.

Porque conviene recordar que en Old Trafford invirtieron unos 60 millones de euros en la contratación de Martial. Ahora, no se conformarían con menos, pese a que ya han pasado seis años de eso.

Florentino Pérez tampoco lo quiere ni en pintura.