Zidane la vuelve a liar: el gesto que no ha gustado en el vestuario

Ha tenido un detalle realmente feo

Zinedine Zidane ha sido criticado por un gran número de cosas desde que es entrenador del Real Madrid, en especial, en su segunda etapa en el club. Muchos creen que no da la talla y que no es intervencionista, y que todos los logros que ha conseguido y que consiguió en su momento no son por méritos suyos, si no por disponer de una plantilla superior a la del resto de equipos. En parte, no les falta razón para pensar eso.

Muchos expertos no le colocan ni en el top 10 de mejores entrenadores de este siglo, pese a ganar tres Champions League seguidas. Además, le tachan de poco profesional en algunos aspectos, en los que no es capaz de dejar a un lado las relaciones personales con algunos futbolistas. Ejemplo de ello son Marcelo o Isco Alarcón, a los que seguía dando oportunidades, pese a no merecerlas. Por el contrario, no abrió las puertas al regreso de Achraf Hakimi ni Sergio Reguilón, y echó a Marcos Llorente, que ahora brilla en el Atlético de Madrid de Diego Pablo Simeone.

Pero, si hay algo que persigue al técnico galo, son las críticas por el trato preferencias que da a sus hijos. Algo que es innegable, pues, nada más llegar al Castilla, ascendió a su primogénito, Enzo, que estaba en el ahora extinto Madrid ‘C’, y donde tampoco es que destacara en exceso. No solo le hizo jugar de titular cada semana, si no que, además, le dio el brazalete de capitán, y le hizo el lanzador de penaltis. Y luego, le haría debutar con el primer equipo.

Con el tiempo quedó claro que no estaba para la élite, pues ahora no tiene equipo. Lo mismo hizo con otro hijo, Luca, al que también hizo debutar con el cuadro blanco, pese a los errores que cometía en el filial, algunos, muy graves. Ahora está en el Rayo Vallecano, de La Liga SmartBank, después de un préstamo bastante acertado en el Racing de Santander. Pues bien, la trilogía la cierra Theo, que señalan que, de todos, es el más similar a Zidane.

A sus 18 años, está en el Juvenil A, pero ya le ha hecho entrenar con él. E incluso puede hacerle jugar antes de que se marche a final de curso.

No gusta nada en el vestuario.