“Ya sabéis lo que pienso”. Zizou, muy directo con Florentino

Choque entre Zidane y Florentino por el tema clave de la temporada. Puede ir a más

Se lleva rumoreando desde el jueves y parece ser muy cierto: la Roma y el Real Madrid están negociando por Borja Mayoral. Al jugador madrileño tan solo le resta un año de contrato y eso hace que los equipos que se interesan por él no estén dispuestos a desembolsar una cantidad de dinero suficiente como para convencer a un Madrid que no tiene muy claro si quiere quedarse con el delantero o no.

Desde el cuerpo técnico se ha insistido al club en que quieren que el jugador se quede. Zidane y su segundo de abordo, David Bettoni, han visto una actitud y unas condiciones en Borja más que suficientes para ocupar el rol de delantero suplente y jugarse ese puesto, de tú a tú, con Jovic. El propio Zidane cree que eso ayudará a Luka Jovic a no dormirse y aumentará el nivel de la delantera blanca. Además, si Borja se quedase, no habría ningún problema de comportamiento, ya que el canterano tiene perfectamente asumido su papel esta temporada.  

Sin embargo, en la zona noble tienen otra idea. Para Florentino y Jose Ángel Sánchez la opción de tener a tres delanteros centros en plantilla no gusta. En teoría, por el esquema que utiliza Zinedine Zidane, es muy poco probable que dos de los tres delanteros jueguen juntos, y eso limita mucho los minutos de, al menos, uno de los tres delanteros, por lo que en la directiva se ve con muy malos ojos tener una nómina que apenas va a ser utilizada. 

Es por ello que desde el pasado jueves el Madrid está hablando con la Roma para ver hasta donde podrían llegar los italianos y de que forma, los blancos, podrían ampliar el contrato de Borja para, si hiciese un buen año en la Roma, poder sacar tajada de ello el próximo verano. Zidane ya les ha dicho, tanto a su presidente como al Director General, que ellos ya saben lo que piensa el francés. El clásico “haz lo que quieras” que entrelíneas se interpreta como no lo hagas. Si Borja saliese, Zidane pediría, acto seguido la llegada de un delantero,  y ahí, el conflicto, podría enquistarse aún más.