Xavi entra en cólera y Laporta queda retratado: Raphinha y otra pieza bloquean el fichaje de Messi

El jugador brasileño es un problema en ciernes ante la complicada situación financiera

Ha sido un jugador destacado, pero no ha convencido. Raphinha tenía el complicado reto de llegar a un club, el Barça, tras una enorme inversión de este en tiempos convulsos y con la etiqueta de brasileño de época, de esos que han marcado a fuego la historia de la entidad blaugrana; y la historia le ha salido cara el ex de la Premier League. Rivaldo, Romario, Ronaldo y Ronaldinho fueron leyendas aun estando, en algunos casos, poco menos que una temporada; Raphinha no lo va a ser y el Barça busca aligerar la plantilla para dar entrada a Messi, por lo que él y otra pieza pueden estar bloqueando al argentino, siendo la situación del primero más acuciante.

De un lado se da el caso de que el salario del internacional de la canarinha ya no cuadra en el proyecto que se está construyendo en can Barça, ya que el sudamericano cobra cerca 12,5 millones de euros por temporada y costó 65 millones de euros, y para que esas cifras cuadren en plena deuda millonaria por los salarios y que eso sea compatible con el fichaje del argentino, Raphinha tendría que haber hecho una temporada deslumbrante o al menos dejar entrever que puede ser un top mundial. En el Camp Nou piensan que ni lo uno se ha dado ni lo segundo puede darse, por ello él es ahora el eslabón débil de la cadena.

Lo es porque hay otra pieza que también bloquea a Messi, juega en su posición, pero su salida es más compleja, como es Ousmane Dembélé. El francés tiene al gigante de LaLiga atrapado con la sartén hirviendo y él aferrado al mango: acaba contrato en 2024 y posee el 50% del derecho de su posible venta por cláusula, de modo que el Barça no se plantea venderlo, sino más bien renovarlo. Después están los casos de Ferran Torres o Ansu Fati, pero sus operaciones no parecen ni sencillas ni de gran cartel; básicamente porque hay dudas con ellos tanto dentro como fuera del Barça.

Dicho lo cual, Xavi se ve con dos de sus extremos titulares en el alambre y uno de ellos siendo una pieza clave para que lleguen fichajes, como es Raphinha. El problema para Xavi está en perder potencial por banda, que es un arma crucial en su filosofía de juego, mientras que para Joan Laporta surge la opción de quedar retratado al tener que vender a uno de sus fichajes estrella (uno que fue fuertemente criticado por no ser quizá lo que más necesitaba el Barça) solo una temporada después. Y Messi espera, aunque no lo hará eternamente; es más, posee importantes y jugosas protectas que está sopesando.