Xavi aprieta tras el Clásico al Barça por la tragedia antes de Messi: ni Iniesta dejará tanto hueco

El jugador apura al límite el margen de una decisión tomada

17 temporadas vistió la elástica blaugrana el que para muchos es el mejor -o uno de otros pocos- organizador de fútbol de todos los tiempos, Xavi, las mismas que vistió de culé Leo Messi, uno de los mejores de siempre y el considerado más grande futbolista de la historia del Barça. Otro que está entre los grandes, Andrés Iniesta, jugó 16 temporadas, y todos ellos se juntaron en la mejor época del club. Junto a ellos, uno de esos integrantes, el más joven de todos, es ahora la prioridad del técnico del Barça, que tras el Clásico aprieta al jugador.

Lógicamente hablamos del adiós de Sergio Busquets, que tras 15 temporadas en el FC Barcelona y a sus 34 años, que serán 35 la temporada que viene (cumple primaveras en julio, el día 16), apura al límite los plazos de una decisión que al actual entrenador del FC Barcelona, antes leyenda blaugrana, le aterra. Es más, se informa que el club trata por todos los medios de asegurar su estancia en la 23/24, a cualquier coste.

Y lo hace por dos motivos. El primero tiene que ver con el hueco que deja, que se notará enormemente pese a que Busquets ya no está ni mucho menos en su mejor versión. Para Xavi es sencillo: sí, Busi ya no es el que era, ¿pero hay algo mejor? ¿Y ese algo pueden ficharlo? Se habla de un mercado de fichajes con Ilkay Gundogan, con el que hay acercamientos, de Ruben Neves o de Adrien Rabiot, además de Sofyan Amrabat, sin embargo, lo cierto es que solo el germano-otomano parece económicamente viable y su respuesta, tanto real como deportiva, es toda una incógnita.

Y es que no es sencilla la función que ha de cumplir Busquets o quien llegue a la ciudad condal a sustituirlo, como se pudo ver ante el Real Madrid, un equipo diseñado para penalizar los errores de circulación del rival: debe ser el enganche entre la defensa, el medio del campo y el ataque culé, pero no solo eso, debe ser un jugador capaz de asumir altísimos riesgos en la circulación, siendo casi infalible en esa función, sobre todo con un equipo tan abierto y que ofrece tantos espacios cuando pierde la pelota, como entiende Xavi a su Barça. Así, sin mucho dinero en caja y tras el varapalo ante el Madrid, el Barça mira a la 23/24 y ve que la mayor certeza es la de siempre: el que lleva 15 años en el club ¿El problema? Convencer a un Busquets que quiere cerrar su ciclo. Es decir, Xavi, Laporta y el Barça van a contrarreloj.