Villas Boas deja el Marsella pensando en el Barça. Setién siente la presión

El entrenador portugués es la apuesta de Zubizarreta

Quique Setién sabe que no tiene asegurada su presencia en el banquillo del Fútbol Club Barcelona la próxima temporada. Todo dependerá de cómo termine el año. Pese a que el cántabro firmó para las próximos tres temporadas, incluida esta, sabe que, si no consigue ganar LaLiga o hacer un buen papel en Champions, la cosa estaría fea para él.

Xavi sigue estando en la recámara, pero solo llegaría si se van Bartomeu y Eric Abidal. Con ambos ha acabado mal después de que ambos negasen que el ahora entrenador fuera el objetivo tras el despido de Ernesto Valverde. Han cruzado palabras y no han vuelto a verse desde entonces.

Ha surgido otro nombre que llegaría de la mano de Andoni Zubizarreta. El ex director deportivo del Barcelona ha dejado su puesto, de manera repentina, en el Olympique de Marsella, después de tres años muy buenos en el club francés. Este año han quedado incluso segundos por detrás del campeón, el PSG.

Zubi llevó este verano a Marsella a un ex pupilo de Mourinho que estaba en horas bajas, André Villas-Boas. Tras dos años en el paro después de su experiencia en China y de sus malas temporadas en el Chelsea y el Tottenham, el ex del Oporto llegó a Francia entre muchas críticas.

Zubizarreta defendió su contratación y dijo que era un técnico top. De un nivel superior. El tiempo ha dado la razón al ex portero del Barça. Villas Boas ha armado un equipo trabajado con hombres como Payet que han rendido a un nivel excelso. Vuelven a la Champions y Villas Boas es ahora un hombre adorado en la ciudad de la costa azul.

Sin embargo, la marcha de Zubi también parece que supondrá su marcha. Quiere seguir con su valedor y se ha enfadado con la actual directiva. Muchos en Francia le ven preparándose para dar el salto al banquillo del Camp Nou. ¿Será toda una estrategia de Bartomeu? ¿Volverá a contar con Zubizarreta prescindiendo de Abidal?

Villas Boas puede ser la sorpresa del conjunto blaugrana este verano. Setién ya mira de reojo por si acaso, su puesto en el banquillo cada vez parece más inestable.