Victoria magistral de Zidane y Ancelotti con James Rodríguez y Marcelo
Ambos entrenadores acertaron de lleno abriendo la puerta de salida a estos jugadores
Las salidas de James Rodríguez y de Marcelo Vieira del Real Madrid, cada una en su respectivo año, no puede tildarse como algo diferente a una victoria magistral por parte de los blancos dado que, desde que estos dos hombres abandonaron el Bernabéu, su decadencia ha sido más que manifiesta.
Actualmente ambos se encuentran en el Olympiakos, equipo que les abrió la puerta tras la expiración de contrato de Marcelo con el Real Madrid y la posterior rescisión del acuerdo del colombiano con el Al-Rayyan, equipo de la liga catarí. No obstante, ninguno está demostrando una versión convincente que pueda aportar ese toque diferencial para el que han sido fichados y a la vista queda con los números cosechados por ambos en estos primeros meses de campaña: 0 goles y 0 asistencias, siendo el carioca el que está siendo más invisible en los planes de su entrenador, Míchel González.
Por ende, esto pone de manifiesto que tanto Zinedine Zidane como Carlo Ancelotti, cada uno teniendo mucho protagonismo en la carrera de cada jugador, hayan acertado de lleno propulsando sus respectivas salidas de la casa blanca, dos andaduras que en Don Balón hemos querido poner de manifiesto.
James Rodríguez llegó en 2014 al Real Madrid, precisamente durante la primera atapa de Ancelotti en el club, pero fue Zidane el que acabó con sus aspiraciones de triunfar con la elástica merengue. Aunque su primera campaña fue muy satisfactoria en cuanto a números y sensaciones, pronto comenzaron los problemas físicos del colombiano y, con ello, su nivel en el terreno de juego cayó en picado hasta que, después de varias cesiones, se despidió del equipo por impulso de 'Zizou', quien apenas le brindó minutos en su última campaña.
Por su parte, siendo este un caso muy reciente, Marcelo salió del Bernabéu tras su expiración de contrato el pasado 30 de junio, una decisión que no se tomó del todo bien el brasileño. Eso sí, su poco protagonismo en la campaña 21/22 por la presencia de Ferland Mendy supuso un detonante para no ofrecer la renovación, una decisión muy acertada atendiendo al bajo rendimiento que está ofreciendo ahora el lateral en el Olympiakos.