Ultimátum a Zidane por un nuevo fichaje ¡Esperanza para el Madrid!
Es la única salida
El Real Madrid está atrapado entre sus carencias y necesidades, y el callejón en el que se había metido ante el Celta y que siguió de frente, se ha estrechado a su paso por Valencia hasta casi asfixiar al equipo en su vuelta a la Champions. Hoy, con el eterno enemigo (el Barça) a las puertas del Santiago Bernabéu esperando el domingo y la sombra alargada del City of Manchester ciñéndose sobre la cabeza de la plantilla blanca, las alternativas son pocas. Una de hecho. Y Zinedine Zidane, máximo responsable de la trayectoria del equipo, ha de saber sacarle partido o morir con unas ideas que le han llevado a un camino sin salida. Pero la hay.
Porque el deceso del francés está cerca, ya que ni Karim Benzema ni, las veces que juegan, Gareth Bale y Vinicius Junior (que sí está brillando en la labor de asistente y desequilibrio) pueden darle a Zizou la suerte del gol, que tanto se le niegan a sus planteamientos. Pero es que además, el otro valedor de su filosofía, el fútbol control, a base de introducir mediocampistas, también saltó por los aires ante el cuadro de Pep Guardiola, que estiró el campo, movió con rapidez la pelota y volvió loca a su medular, haciendo florecer los fallos de los cuatro organizadores merengues: Valverde, Isco, Modric y Casemiro.
De tal forma que en el Clásico, que es cierto que es un reto completamente diferente al del Manchester City, ¿qué le queda? Pues buscar el gol. Y en el banquillo tiene a dos futbolistas con ADN anotador, más incluso que el francés, que no solo anda negado de cara a portería –un tema recurrente en su carrea- sino también en su juego, muy deficitario en los últimos tiempos. Luka Jovic y Mariano Díaz esperan la llamada de Zidane. Para eso se les fichó.
Y los hinchas, desesperados con el destino oscuro que le espera a su equipo, también les quieren dentro. Y de inicio. De perdidos, al río, piensan. Es sencillo. El Madrid de Zidane ha tenido, más con la baja de Hazard (que resta capacidad de asociación en espacios cortos), una cadencia enfermiza por los centros laterales, por lo que, ¿qué mejor solución que introducir a uno de los dos únicos rematadores que tiene el equipo para tratar de sacar rédito de su capacidad para mandar la pelota al fondo de las mallas?
El 4-4-2 o incluso el 4-3-3 con Benzema más liberado y fuera de área le valen a Zidane para incluir al serbio en el once y de inicio. Mariano lo tiene más complicado. Ultimátum a Zidane, que no debe morir con sus ideas y debe tratar -le piden desde el entorno madridista- de dar soluciones que no supo encontrar ante el City: el baile táctico que le dio Guardiola fue antológico. El público del coliseo blanco se lo exige. Reacciona.