Ultimátum a Lewandowski y João Félix: tienen mes y medio para reaccionar, plan bestial del Barça

Los dos delanteros estrella del equipo, señalados en los últimos partidos culés

El Barça se la pegó ante el Real Madrid en Montjuic, hizo lo propio ante el Shakhtar Donetsk en Champions League y se libró por los pelos y sin merecerlo ante la Real Sociedad, por eso y por encima de todo, los culés, pero también la cúpula del club, miran directamente y de forma crítica a los jugadores con cartel de cracks, esos llamados a sacar las castañas del fuego al equipo y que no lo están haciendo; por eso Robert Lewandowski y João Félix tienen algo más de un mes para reaccionar.

Fortísima apuesta

El FC Barcelona ya ha confirmado que tendrá en sus filas en el mes de enero a la que es una de las grandes apuestas del club en los últimos tiempos, que se ve enfatizada por las complicaciones económicas e institucionales que vive la entidad. Y es que hablamos de un Vitor Roque que aterrizará en Montjuic costándole al Barça 30 millones de euros en un plazo inicial que se verá ampliado en diferido en cuatro temporadas y por objetivos hasta un gasto de algo más de 61 millones de euros, según fuentes cercanas al club. 

Dicho de otra forma, este fichaje culé, que, como decimos, llegará en el mercado invernal, está respaldado con todo el peso económico que conlleva y eso es una seria amenaza para el polaco y el luso, que han bajado muchísimo el nivel en los últimos partidos. Es más, a ellos ha de recurrir el Barça para sacar adelante los próximos compromisos ligueros, lo que incluye el duelo fratricida ante el Atlético de Madrid del próximo 3 de diciembre, pero también los dos últimos y cruciales partidos de la Liga de Campeones ante el Oporto y frente al Antwerp.

Posición, dudas y certezas

Vitor Roque es un nueve puro, con capacidad para arrancar desde el carril del 10 y que, por su enorme potencia y velocidad, puede ser devastador en espacios abiertos en el último tercio del campo, de modo que a can Barça llega para ser ‘un Lewandowski’, donde además su mejor virtud es su remate y su olfato goleador. El problema con él es que es un jugador menos tendente a la asociación y mucho menos efectivo en espacios cortos, lo que ante el juego combinativo culé y las sólidas defensas europeas genera dudas. Ahora bien, la apuesta está hecha, no hay marcha atrás y ha de jugar.