Ter Stegen pasa de Messi y reta al delantero sin piedad

En el vestuario del Barcelona empieza a verse claramente la fractura

Este verano se está viviendo en Can Barça el final de una etapa. Eso es más que evidente. A las salidas de Quique Setién se han ido sumando las de Arthur Melo, Iván Rakitic, Arturo Vidal y Luis Suárez. De ellos, los dos últimos han sido pesos pesados del vestuario hasta este verano y pertenecientes al grupo que llevaba la voz cantante del vestuario. 

En Barcelona la prensa sabe que el cuarteto compuesto por Leo Messi, Luis Suárez, Arturo Vidal y Jordi Alba tenía prácticamente controlado al club. Ellos imponían muchas de las decisiones que se terminaban tomando en el conjunto catalán y que, aunque de puertas para fuera se vendían como algo acordado por el cuerpo técnico, venían directamente de ellos. Por poner un ejemplo: cuando Quique Setién llegó a Barcelona inició su andadura con dobles sesiones de entrenamiento. La segunda semana esto se modificó para realizar tan solo un entreno diario y esta decisión fue algo que llegó por vía del citado cuarteto. Dicho y hecho. 

En contraposición a esa línea está la de Ter Stegen. El guardameta teutón mantiene una correcta relación con Messi y compañía, pero ve las cosas de un modo diferente al del clan sudamericano. Ter Stegen cree que falta trabajo, hambre y sacrificio por parte de todos y es crítico con la actitud de Messi, (aunque en su entorno más cercano) por entender que al argentino le falta autocrítica en sus palabras desde hace tiempo. 

Por eso, en cuanto ha tenido oportunidad de hablar sobre Luis Suárez, lo ha hecho en unos términos muy distintos al del astro rosarino. El guardameta ha retado a Luis Suárez y le ha dicho que tiene muchas ganas de verse cara a cara contra él. Nada de pasar facturas al club catalán. Tras las salidas de Vidal y de Suárez, el bando de Ter Stegen, en el que también está Piqué, ha ganado enteros y esa es la baza del barcelonismo, ya que en ese grupo hay mucha hambre de títulos y mucha capacidad de autocrítica. 

Ahora Messi tendrá que asumir que está en un barco totalmente diferente al de estos años y que deberá remar junto a sus compañeros para evitar otro año sin títulos que celebrar. Por su parte, Suárez ya sabe que Ter Stegen le tiene muchas ganas. ¿La cita? El próximo 22 de noviembre.