Tensión en el Barça, Koeman a Bartomeu: “los prometiste y los quiero”

El entrenador del Barcelona le sigue exigiendo al presidente a estos tres jugadores, para enero

Un central, un centrocampista y un delantero. Ni más ni menos. Y con la que está cayendo en Can Barça. Eso es lo que le achaca Ronald Koeman a Josep Maria Bartomeu sobre la planificación no concretada y que le ha hecho tener que tirar de piezas con las que teóricamente no debería de haber contado. Y esa es la excusa de holandés si no llegan los resultados. Koeman sabe de la complicada situación del club y del mismo presidente, pero insiste en sus 3 jugadores deseados.

El primero de ellos, Eric García, es el que más cerca llegó a estar en el tramo final, pero su fichaje se frustró básicamente porque el Barça no tiene liquidez con la que tentar a los clubs propietarios para llegar a hacer los traspasos. Koeman lo sabe y lo entiende, por eso le pide al presidente que venda jugadores que son prescindibles y así cerrar las certezas que pidió él para llevar a buen puerto este barco llamado Barça.

Pero Bartomeu tiene suficientes problemas en la actualidad como para preocuparse de lo que ocurra de aquí a enero. Desde luego que tratará, si sigue en el cargo, de satisfacer a Koeman, pero como no lo sabe, lo ha dejado en stand by. Y eso a Koeman le incomoda, ya que si Bartomeu no hace el esfuerzo, el presidente cae y se acerca el mercado, la incertidumbre sobre el club crecerá y los fichajes se esfumarán.

Memphis Depay ya ha certificado que a poco que el Barça ponga de su parte, él hará el resto por vestirse de azulgrana. Pero las cuentas no cuadran. El 70% del presupuesto se lo están comiendo el salario de los jugadores; luego, o venden a un precio razonable o la catarsis entre lo que pide Koeman y lo que el club puede dar será imposible. La tercera de las peticiones, Georginio Wijnaldum, se ha complicado porque pese a finalizar contrato con su club, el Liverpool, en junio de 2021, no quiere ir al Barcelona. Todo se complica y Koeman se siente traicionado por carecer de la materia prima que pensaba tendría para trabajar.