Szczesny empuja a Kroos al imposible y el alemán da la clave de su regreso y del sistema de Carletto

El mítico jugador alemán, que tan hondo ha calado en el club blanco y tanto daño ha hecho con su marcha, sentencia

El fichaje de Wojciech Szczesny por el Barcelona ante la gravísima lesión de rodilla de Marc André Ter Stegen ha abierto la posibilidad a reconsiderar el retiro de ciertas estrellas, lo que ante los problemas en la organización de su juego del Real Madrid ha llamado a la puerta del futbolista al que más se echa en falta: Toni Kroos. Y el alemán, consciente de la presión que soporta al oír continuamente su nombre y el efecto que supone para el equipo que dirige Carlo Ancelotti que eso suceda, ha respondido.

Puerta absolutamente cerrada

“Mi marcha es inamovible, hay que aceptarlo y no tiene sentido decir: ¡Se ha ido! ¿Qué sentido tiene? No le hace ningún bien a nadie decir: 'No está'”, decía Kroos en el podcast de su hermano, asegurando que “es un halago haber sido importante, pero hay que adaptarse. El Real Madrid se adaptó cuando se fueron Cristiano, Ramos... siempre se adaptó y siguió ganando. Hemos ganado dos veces la Champions sin, por ejemplo, los dos mencionados, aunque fueron muy importantes y son leyendas absolutas. Lo mismo va a pasar ahora”, comentó.

A la vez, el excentrocampista blanco comentaba sobre la situación de sus excompañeros, el equipo de Carlo Ancelotti: “todos los jugadores del Real Madrid son muy buenos a su modo. Solo tienen que encontrar una manera de jugar para ganar y lo harán. No cambia si faltan jugadores individuales. Espero que suceda lo antes posible, para que no todo el mundo tenga que oír siempre: ‘Kroos no está’"

Y no son presuntuosas sus palabras, sino todo lo contrario. Con Tchouameni sin la careta que le daba el alemán, Camavinga regresando y con Ancelotti sin encontrar acomodo a Kylian Mbappé entre Vini Jr., Rodrygo Goes y Jude Bellingham, además de confiar poco en Dani Ceballos, Brahim o Arda Güler, es evidente que los de Chamartín tienen un serio problema; uno que, pese a Szczesny, Kroos no va a solucionar.