Supercopa de España, encrucijada para el Madrid; trampolín del Barça

Los dos grandes del fútbol español ante un reto que marcará la temporada

Cuando regresamos del parón por el Mundial de Qatar ni el Real Madrid ni el FC Barcelona parecían haber aterrizado de la mejor manera, sin embargo las dos jornadas que llevamos transcurridas (de liga) han modificado tendencias y es el club blanco el que peor semblante presenta. Es más, la cita supercopera, que arranca este miércoles para los blancos y el jueves para los azulgranas, se presenta como encrucijada para el Madrid y un trampolín para el Barça.

Es verdad que la distancia entre ellos en LaLiga es solo de tres puntos, pero las sensaciones merengues son malas. Los son por juego, algo de lo que el Barça no adolece tan marcadamente, pero también por el ritmo, claridad y frescura del equipo de Chamartín, que brilla por su ausencia, todo ello en un tramo de temporada crucial, con las eliminatorias europeas a la vuelta de la esquina, pendientes de superar las homólogas coperas y con la competición doméstica tratando de hacer mella.

Dicho lo cual, la Supercopa de España puede terminar de sembrar dudas en el Real Madrid y confirmar el ascenso vertical del Barça. O todo lo contrario. En cualquier caso, parece claro que el torneo será clave: quien gane, ya no se quedará a cero esta campaña. Por eso el Real Madrid llega al partido contra el Valencia, primera semifinal (mañana, 20.00, hora española), con la necesidad de revertir la mala imagen mostrada ante el Villarreal en liga (segunda derrota en el campeonato domestico) y con la obligación de plantarse en la gran final, donde podría encontrarse con el Barça.

Los azulgranas, por el contrario, tras ganar en el Metropolitano, separarse en la tabla del Madrid y terminar de matar al Atlético, llegan al choque de este jueves ante el Betis (misma hora) con la moral por las nubes, en pleno proceso de crecimiento y con la intención de sumar su primer título de la temporada, si puede ser ante el eterno rival en la gran final. 
Para ellos, para Madrid y Barça, el objetivo está puesto en la final del domingo (misma hora) donde pueden dar el primer zarpazo efectivo al adversario de toda la vida. Eso sí, el Barça, hasta que se demuestre lo contrario, parte como favorito.