Sorprendió a Florentino Pérez y Bartomeu: el objetivo que gana enteros
Subió opciones en la agenda de ambos
La selección española sorprendió con un once plagado de suplentes y de novedades, ante una selección portuguesa muy potente, que es una de las favoritas para la próxima Eurocopa. Porque no hay que olvidar que defienden el título que consiguieron en Francia, ante los anfitriones, en 2016. Ahora, tienen mucho mejor equipo que entonces, si bien también reservaron algunas piezas clave, ya que se trataba de un simple amistoso.
Luis Enrique dejó en el banquillo a David de Gea, José Luís Gayá, Anssumane Fati o Jesús Navas, solo por nombrar algunos. Y puso en el campo a los menos habituales, caso de Dani Ceballos, Sergio Canales o Gerard Moreno, que dejaron algunos detalles. Pero, sin duda, de lo más destacado durante todo el encuentro, en especial, en la primera mitad, fue Dani Olmo. Ya en la segunda, se vino un poco abajo, fruto también del cansancio, y bajó su rendimiento, fallando alguna ocasión.
Pero en los primeros 45 minutos dejó un gran repertorio. Conducciones, regates, diagonales, pases entre líneas, desborde, talento… jugó como extremo derecho, si bien él se siente más cómodo en posiciones más centradas, entrando más en contacto con el balón. A sus 22 años, demostró porque es titular habitual en el RB Leipzig, con el que disputó las semifinales de la Champions League, y al que llegó en enero desde el Dinamo de Zagreb, siendo la contratación más cara de su historia.
El campeón del Europeo sub 21 en 2019, selección donde ahora es el capitán, cuando no va con la absoluta, tiene una plaza casi garantizada en las convocatorias. Porque ha acudido a las últimas, y no ha decepcionado con su aportación. Y ha dejado en evidencia a Barça y Real Madrid, que le pudieron fichar en su momento, pero que desestimaron la operación por su elevado coste, ya que reclamaban más de 50 millones de euros para dejarle salir.
Ahora, su valor de mercado sigue creciendo, y pronto puede costar incluso más. Olmo trabaja sin descanso, y Josep María Bartomeu y Florentino Pérez no le perderán de vista. Y pensar que en el Camp Nou le dejaron irse con 16 años…
Un error que apunta a ser histórico.