Simeone y Griezmann hurgan el domingo en la herida de Carletto y Vinicius: su peor enemigo, al derbi

El choque del domingo es crucial para el devenir del título

El Atlético de Madrid, Simeone y su estrella, Antoine Griezmann, pueden presumir de dos cosas ante el Real Madrid, son los únicos que les han ganado esta temporada, lo han hecho en dos ocasiones y, además, son los únicos que están en balance positivo con los blancos después de tres choques contra ellos. Y este domingo pueden firmar la tercera victoria rojiblanca en el mejor escenario para conseguirlo para ellos, el Santiago Bernabéu. Para ello cuentan con un nuevo argumento, la peor pesadilla de Vinicius Júnior.

Situación insostenible y salida por la puerta de atrás

Con José María Giménez lesionado (tiene para al menos dos semanas), Soyuncu fuera de la ecuación y con el club pendiente de dejar caer de la plantilla a Savic durante el próximo verano, el caos de Peter Lim en Valencia le ha dado la excusa y la causa perfecta al club colchonero para hallar un central de experiencia y garantías, un Gabriel Paulista que firmará con el Atleti en esta ventana invernal y podría estar en el derbi de la dominical.

El Atleti se ha metido en medio del interés de Arabia y Turquía en el central debido a la obcecación del mandatario ché por cortar los minutos de Paulista, que no quería que el brasileño jugara los dos partidos que le permitían renovar automáticamente con el club y con ello ahorrarse el salario del futbolista, de 5 millones de euros. Por eso el Valencia ha sido el gran aliado del Atlético en este asunto, ya que la rescisión de contrato era perfecta para Lim y, por ende, para Simeone.

Polémica con Vini

Curiosamente el Atleti visita la casa de su eterno rival capitalino este domingo (21.00, hora española) con la posibilidad de poder alinear en el choque a Gabriel Paulista, un jugador que tuvo una de las más grandes polémicas con Vinicius Júnior en lo que lleva de carrera en LaLiga el internacional con Brasil. Recordemos que hace justo un año el defensa perdía los papeles arreándole una patada, con roja más que merecida mediante, a su compatriota absolutamente fuera de lugar. Seguro que ni la estrella blanca ni el Bernabéu lo han olvidado.