Simeone pide su retirada horas antes del derby madrileño
La medida la estaría estudiando la directiva colchonera y no se descarta que así termine ocurriendo
Cuando el 16 de septiembre de 2017 el Atlético de Madrid inauguraba la que será su nueva casa, el Wanda Metropolitano, lo hacía con una novedad con respecto al ya derribado Vicente Calderón: instaló unas placas en el suelo para conformar el llamado Paseo de las Leyendas atléticas. En aquel paseo habría una placa de todos aquellos jugadores que hubiesen participado en al menos 100 ocasiones con la camiseta rojiblanca. La idea parecía óptima y esto ayudaría a no olvidar a todas y cada una de las personalidades que han ido conformando la historia del club madrileño.
Sin embargo, el hecho de que el paseo esté en plena calle y de que, por tanto, cualquier persona pueda acceder a las placas en cuestión, ha provocado que con el paso del tiempo varias de esas placas hayan sufrido importantes desperfectos por ser pertenecientes a jugadores que en su día salieron del club en forma de venta hacia el eterno rival (Hugo Sánchez o Thibout Courtois) o simplemente por el hecho de haber abandonado el equipo, como el Kun Agüero o Arda Turan.
El descontento de parte de la afición, que no duda en estropear las placas en cuestión, sumado a las inclemencias del tiempo en esa zona del extra radio de Madrid, ha provocado que algunas voces muy autorizadas del club, como el propio Diego Pablo Simeone, hayan pedido a la directiva que se retiren las placas de esa zona de libre acceso por otra dentro del estadio donde si se pueda controlar su estado y conservación.
El debate está ahí porque gran parte del atractivo de las placas era precisamente el de crear un paseo al que todos pudiesen acceder, socios y no socios, aunque la directiva cada vez es más proclive a sustituir el Paseo de las Leyendas por un espacio dentro del Wanda donde presumir de leyendas.
Y por si fuese poca la controversia generada, resulta que, si Thomas Lemar disputa algunos minutos en el derby madrileño de hoy, pasará a formar parte de las leyendas atléticas, cuando a pesar de que está última temporada está siendo buena, el francés sigue considerándose un fiasco debido al elevadísimo precio que en 2018 el Atlético pagó por él al Mónaco (72 millones de euros).
En definitiva, todo un quebradero de cabeza para el club unos metros que estaban destinados al reconocimiento y el disfrute de la afición.