Simeone elige a su centrocampista (y fue rechazado por el Real Madrid)
El Atlético de Madrid espera un refuerzo
Parece que por fin se ha resuelto uno de los culebrones tras el cierre del mercado de transferencias. Porque el Atlético de Madrid tiene permiso para incorporar a un jugador, ya que La Liga les ha dado de plazo un mes para poder inscribir a un nuevo futbolista. La razón es el pago de la cláusula de rescisión de Thomas Partey a pocas horas del cierre, que ha dejado 50 millones de euros en las arcas, y se ha unido al Arsenal de Mikel Arteta.
Diego Pablo Simeone tiene claro que necesitan incorporar a alguien, y uno de los nombres que había sonado con más fuerza era el de Mikel Merino, de la Real Sociedad. El problema es que los vascos no quieren dejarle ir, al menos, a un precio asumible, a un rival directo. Y sus elevadas pretensiones han provocado que los rojiblancos se fijen en otro jugador con experiencia en España. Se trata de Geoffrey Kondogbia, que ya intentó salir.
Se ofreció a varios equipos, entre ellos, el Tottenham Hotspur de José Mourinho, o, incluso, el Real Madrid. Pero ninguno de los dos le hizo caso, y rechazó la posibilidad de hacer una oferta en firme por él. Y eso que aportaría bastante con su fuerza física y su buen manejo de balón, además de poder salir a un precio razonable. Porque el Valencia, que ha dejado salir a sus grandes pilares regalados, aceptaría, aproximadamente, unos 25 ‘kilos’.
El internacional con la República Centroafricana, a pesar de haber defendido a Francia en categorías inferiores, quiere salir de Mestalla, decepcionado con el rumbo del proyecto. Y se le ha abierto la vía de ir al Wanda Metropolitano, una posibilidad que le seduce una barbaridad. Porque no solo competiría por títulos, y tendría un rol protagonista, o eso le han prometido, si no que también participaría en la Champions League.
El ‘Cholo’ ya le espera, y parece que el Atleti ya tendría preparado el dinero. Un episodio más que enervaría a la afición ‘ché’, que ya está harta de ver como se van sus grandes estrellas, y a un precio de risa.
No hay final.