Simeone consigue lo que nadie logró en el Barça ¡¡en 6 años!!

Además, en el FC Barcelona no se pueden creer que lo haya logrado en tan poco tiempo

Si por algo el Cholo Simeone está donde está es por cosas como esta. Cuando el pasado mes de septiembre el entrenador argentino insistió a la directiva atlética de que debían fichar a Luis Suárez como fuese, Miguel Ángel Gil y compañía le pusieron el mayor de los peros: su difícil integración en un club donde él no sería una estrella, sino un guerrero al servicio del militar jefe, el Cholo. Y el militar jefe fue claro: “Eso dejádmelo a mí”.

Dicho y hecho. Simeone ha trabajado con Suárez durante todos estos meses para sacar su mejor versión dentro del nuevo rol del uruguayo. Es cierto que el sistema de Simeone y de su Atlético se ha modificado desde la llegada de Luis Suárez para jugar con las líneas algo más adelantadas y así tener a Suárez más cerca del área rival. Pero también es verdad que quien más ha tenido que mutar ha sido el propio delantero. El Atlético no es el Barça y las cosas funcionan diferente en el Wanda: el esfuerzo no se negocia, lo que prima es el grupo y no las individualidades y además los grandes focos y la atención de todos no se dirigen al club ni a sus jugadores como si lo hacen en el Barça. Se trabaja mucho y se luce poco.

Durante las primeras semanas, a Suárez le costó entender el ADN Atlético y fruto de ello fue alguna mala cara, algún mal gesto cuando, durante las segundas partes de los partidos, era sustituido por un compañero. Sin embargo, todo eso ha ido tornando en sonrisas y apoyo al compañero que entra al campo para sustituirle a él, como así se vio en el último partido contra el Getafe.

Cholo no canta victoria porque su filosofía para la gestión del vestuario es la misma que para lo deportivo: partido a partido. Sabe que cualquier mal día de Suárez en el que tuerza el gesto, la prensa volverá a preguntar sobre ello. Pero por el momento la reconversión de Suárez es un hecho y poco o nada queda ya de ese jugador estrella que hacía grupo en el vestuario culé posicionándose fuertemente contra la directiva y los entrenadores como ocurrió con Quique Setién.

Por su parte, en Barcelona alucinan con el cambio radical de Suárez. En 6 temporadas en la ciudad condal no lograron ver esta actitud del uruguayo que en lo que no ha cambiado, eso sí, es en la facilidad para marcar goles, algo que por cierto echan bastante de menos en Barcelona.