Setién dijo que iba a contar con él y le ha echado del Barça. Valverde ríe

El entrenador cántabro vino a hacer la revolución y de momento tan solo hacen más pases que Valverde. No le pasan una

Quique Setién llegó a Barcelona para hacer una revolución. Así lo vendieron desde el club. Era, según ellos, la mejor apuesta que podían hacer. La realidad es que la secretaría técnica, con Abidal a la cabeza llamó a la puerta de hasta 3 entrenadores antes de llamar definitivamente a Setién. Fue rápida la negociación. Setién quería entrenar al Barcelona sí o sí. Prometió contar más con la cantera. Eso convenció a Abidal. Sin embargo, las palabras se las lleva el viento. 3 semanas después desde su llegada la realidad es bien diferente. Una de las máximas estrellas del Barcelona B se fue sin clausula de recompra y otra se fue con una cláusula prohibitiva.

El caso más llamativo es el de Riqui Puig. La grada y la afición clamaban a Ernesto Valverde porque le pusiera. Querían verle jugar. “Es mejor que Xavi e Iniesta”, se atrevían a decir muchos en Barcelona. Palabras mayores. Con Setién comenzó teniendo protagonismo, pero su estrella se ha ido apagando. Jugó solo 3 minutos contra el Levante y coincidió con el gol del equipo valenciano.

Otros dos nombres que ha dejado el mercado son los de Abel Ruíz y Carles Pérez. El primero era la estrella de la cantera y se ha ido por la puerta de atrás. Ahora que el Barcelona está sin delanteros desde el club piden explicaciones a Setién. Ellos también deberían darlas. El delantero se ha ido al Sporting de Braga por 11 millones de euros. Si el Barcelona quiere recomprarle debería pagar 40. 4 veces más. Una operación nefasta.

Como también es la de Carles Pérez. Deslumbró, con Valverde, y fue defenestrado por Setién. Se fue a la Roma por 13 millones sin ninguna clausula de recompra. El jugador quiso que así fuera.

Ernesto Valverde ríe aliviado desde su casa. Está con la conciencia tranquila. Este marrón ahora es de Quique Setién. Ayer dijo que “benditos problemas” eran estos. Pero como siga sin resolverlos pueden convertirse en problemas irreversibles. Hoy el Athletic le quiere poner en problemas. No serán tan benditos.