Sergio Ramos vio el mensaje de Ancelotti a su amigo: adiós junto al Lamine Yamal de Florentino Pérez
Los dos jugadores, claramente señalados entre tanta baja y por los cambios
Si hay dos jugadores que seguramente esperaban mucho más de esta temporada justo antes de empezarla, ambos se vieron claramente señalados ante el Sevilla ayer en el Santiago Bernabéu (1-0). Con ellos, Ancelotti pasa de largo: no entran en la rotación, si juegan lo hacen por escasos minutos y rara vez son considerados como alternativa; es más, uno de ellos, que estaba listo para jugar, finalmente ni lo hizo, ante la mirada del mito que se fue de mala manera pero al que se le reconoce su leyenda en el estadio merengue, Sergio Ramos.
De fichaje estrella a estrellado, y de ahí a una cesión
Carlo Ancelotti no quiso dar demasiadas explicaciones en rueda de prensa sobre su cambio de parecer con Arda Güler, que estaba preparado para entrar justo antes de que Luka Modric acertara con un derechazo a derribar la barrera defensiva planteada por Quique Sánchez Flores en el coliseo blanco. Tras ello, el turco fue rechazado, se le ordenó que volviera a vestirse y se le comunicó que no jugaría. Una vez más. ¿La explicación?, Carletto lo dejó claro: “no tengo que dar explicaciones de esto. Y si no lo entiende, no pasa nada”, dijo.
Dani Ceballos sí jugó, de hecho, iba a hacerlo por detrás del turco y sin embargo terminó siendo el cambio para apuntalar la victoria, pero salió en el 89 y solo para eso. Nada más puede llevarse a la boca el utrerano, esa es la verdad.
Con lo cual, Güler, que iba a jugar antes que Ceballos, no jugó, llevándose otra decepción y el sevillano, que parecía se iba a quedar sin minutos, salió para completar los de la basura. Por ello, los dos tiene el mensaje claro: cuentan muy poco.
De hecho, Carlo Ancelotti ya le ha comunicado a Florentino Pérez que su Lamine Yamal, es decir, ese chico zurdo de enorme talento y del que se esperan grandes cosas en Madrid, como debería haber sido el ex del Fenerbahçe, no tiene hueco en este Real Madrid y lo mejor sería buscarle una cesión en la temporada 24/25, donde los puestos van a ponerse más complicados. Ceballos, por su parte, con contrato, lo tiene complicado: el Madrid lo quiere para lo que lo quiere y eso, sin oferta externa que convenza, les hará a los blancos conservarlo.
Estas señales las entiende bien un Sergio Ramos que regresó al Bernabéu y se fue ovacionado; él también terminó de mala manera con el club, coincidió con Ceballos (dos temporadas) y sabe lo difícil que los jóvenes lo tienen en Chamartín. El equipo de Ancelotti tampoco le dio en lo deportivo anoche, ni a él ni al Sevilla, nada que saborear.