Sergio Ramos lo tiene claro: esta es la mejor venta del Real Madrid

Fue un acierto de Florentino Pérez

Hay muchos que se llevaron las manos a la cabeza cuando el Real Madrid decidió vender a Álvaro Morata. Porque venía de firmar una gran temporada, siendo un valioso revulsivo, ya que el titular indiscutible, obviamente, era Karim Benzema. Y creían que cometían un gran error, pues era el futuro para ocupar el puesto de delantero. Pero el Chelsea pagó un dineral, y se lo llevó para ser el sustituto de Diego Costa.

No obstante, en la Premier League fracasó, y apenas duró un año y medio. Y siguió los pasos del hispano-brasileño, mudándose de nuevo a la capital de España, pero esta vez, para jugar en el Atlético de Madrid de Diego Pablo Simeone. Algo que fue considerado como una traición en el Santiago Bernabéu, y la afición le abucheó cuando tuvo la oportunidad. En La Liga Santander, de nuevo fracasó, y no estuvo a la altura de las expectativas.

Este verano, contra todo pronóstico, la Juventus de Turín volvió a confiar en él, como hizo en 2014, y le tendió la mano. En su anterior etapa en la Serie A, fue titular habitual, y dejó un gran recuerdo, marcando bastantes goles, y asentándose en la élite, lo que le valió para que Florentino Pérez le recuperara. Motivo por el que de nuevo confiaron y se lo llevaron mediante una cesión, con opción de compra obligatoria. Y no había empezado nada mal.

Tres goles y una asistencia en sus tres primeros compromisos, siendo la referencia ofensiva de los de Andrea Pirlo, debido a la baja de Cristiano Ronaldo. Pero, ante el Barça, de nuevo se demostró que no es un delantero de primer nivel, pues marcó un ‘hat-trick’… en fuera de juego. En el Madrid vieron el partido, y su capitán, Sergio Ramos, no tiene dudas: es la mejor venta que han hecho en su historia, prácticamente. Aún no se explican como consiguieron 66 millones de euros.

Porque Morata es un jugador muy sobrevalorado, y demasiado egoísta. De hecho, equipo por el que pasa, equipo por el que no es bien recibido, pues es un especialista en desperdiciar ocasiones de gol.

Cuanto más lejos, mejor.