Se va a caer el Camp Nou: Koeman y varios candidatos lo quieren fuera

Ni con él mejora la situación y bloquea varios cracks

Cuando los candidatos a la presidencia del FC Barcelona escuchan el nombre de Leo Messi les asaltan sensaciones contrapuestas. Por un lado sale su vena barcelonista que adora al 10 argentino y desearía que se quedara toda la vida, pero después sale la faceta de gestor y la cosa cambia: Messi es muy caro. Quizá no sea culpa del astro la situación actual, pero lo cierto es que con un Barça con el agua al cuello Messi condiciona. Y no solo en lo económico, a Koeman también le determina.

Tener a Messi sobre el césped ayuda, mucho, pero históricamente solía hacerlo mucho más antaño, como el jugador mejor pagado del mundo. El bajón, lógico, de la estrella de la albiceleste es la incógnita que crece en el corazón del aficionado culé, del entrenador del equipo y sobre todo de los que aspiran a sentarse en la zona noble del Barça. Messi en plenas facultades es insustituible, crucial y decisivo, el problema es que hace ya dos campañas que rinde lejos de ese nivel y dada su edad hay dudas de que regrese algún día a semejantes cotas.

Y aún en la situación presente, incluso para Ronald Koeman, el 10 es fundamental, pero, ¿para valer más de 100 millones por temporada? He ahí la cuestión. En este sentido muchos candidatos no lo dicen pero lo piensan: las arcas del club son las que son y la continuidad de Messi bloquea cualquier conato de fichaje, sea cual sea la dimensión de este. Y en plena campaña, en plena pelea por llevarse el trono del club, es complicado renunciar a promesas por un solo jugador.

Koeman, por su parte, entiende que Messi es patrimonio del Barça y el capitán y por eso es insustituible, pero algunas fuentes consultadas aseguran que el preparador hubiera deseado que el astro se fuera el pasado verano para poder optar a otras piezas que habrían hecho crecer al equipo. Y hay algunas voces que ya se atreven a entonar en esta dirección un sentir más mayoritario en Can Barça de lo que parece. Carles Tusquets lo señaló y Agustí Benedito también afirmó que no podrá retenerle. En definitiva, nadie se atreve a dar el paso de comentárselo al jugador o decirlo abiertamente, pero Messi hipoteca a un Barcelona que ahora mismo no tiene a qué acogerse. Eso sí, una vez que haya presidente, veremos si no le invitan a salir al término de esta campaña.