Se ofrece a Laporta: el deseo de Bartomeu que sueña con ir al Barça
Espera que no le afecte el cambio de presidente
Tanguy Ndombélé sonó con fuerza para llegar al Barça este verano. Josep María Bartomeu parecía ser un admirador de su juego, y estar muy convencido acerca de su contratación, a pesar de que venía de realizar una temporada muy pobre con el Tottenham. Y a eso, se le sumaba su mala relación con José Mourinho, que no ha dudado en criticarle de manera pública en más de una ocasión, ya que no está contento con su rendimiento.
Pero, debido a su elevado precio, ya que es el fichaje más caro de la historia de los ‘spurs’, y a que Ronald Koeman no lo quería, se enfrió todo. Porque el internacional holandés prefería apostar por la llegada de su compatriota, Georginio Wijnaldum, desde el Liverpool de Jürgen Klopp. Finalmente, todo quedó en nada, y al ex del Olympique de Lyon y del Amiens no le quedó más remedio que quedarse en la Premier League, en contra de su voluntad.
Ha recuperado sensaciones, y ha comenzado siendo importante en este arranque de curso, pero lo cierto es que sigue siendo infeliz. No se acaba de adaptar a su vida en Londres, y tampoco ha mejorado ni un ápice su relación personal con el técnico luso. Y no se lo ha pensado dos veces a la hora de volver a ofrecerse al Camp Nou, ya que se quedó con las ganas, y todavía sueña con poder jugar allí. Aunque, esta vez, ya no tiene a su gran valedor.
Porque, como todos sabemos, ‘Barto’ dimitió hace poco más de una semana. Ndombélé, pues, deberá de buscar otra vía, y esa ha sido llamando a Joan Laporta, que sabe que es uno de los grandes favoritos a ocupar el trono, ahora mismo, desierto, y ocupado de forma provisional por Carles Tusquets. No obstante, a decir verdad, parece complicado que el internacional francés pueda jugar algún día en el Barça, llegue quien llegue.
Los 60 millones de euros que tuvieron que pagar en su momento por él, hacen que el Tottenham no está dispuesto a poner ningún tipo de facilidad. El que lo quiera, tendrá que rascarse los bolsillos.
Y no es una necesidad urgente ni un objetivo prioritario.