Se desploma la defensa de Zidane. Un campeón del mundo se quiere ir
A la duda de la renovación de Sergio Ramos se une el deseo de un nuevo reto de Varane
Durante los últimos años, cuando se ha recitado la alineación titular que establecía Zidane en cada encuentro, se ha repetido el nombre, o, mejor dicho, el primer apellido de los centrales del Real Madrid, Ramos y Varane, Varane y Ramos. Dos jugadores que han hecho historia en el conjunto del estadio Santiago Bernabéu. Una de las parejas más seguras de la última década del fútbol europeo, consiguiendo también grandes éxitos con sus selecciones.
Sergio Ramos llegó al club en 2005 y se convirtió en su capitán en 2015, en el conjunto blanco ha conquistado cinco ligas, cuatro champions, cuatro mundiales de clubes, dos copas del rey y un largo etcétera de títulos. Símbolo y estandarte de la afición merengue, se encuentra ahora en una situación de duda con respecto a su futuro y ya hay voces que le sitúan lejos de Chamartín.
Esto supone, lógicamente, un serio dolor de cabeza para Zinedine Zidane que ve como su equipo se queda sin su mejor defensa, su capitán y su líder, dejando un agujero muy difícil de cubrir.
Raphaël Varane recaló en la disciplina blanca en 2011 a recomendado por técnico francés, entonces asesor, y ha sido fundamental en los éxitos del Real Madrid, donde ha conseguido también cuatro copas de Europa, cuatro mundiales de clubes. Su simbiosis con el jugador andaluz ha sido casi perfecta y en el equipo se ha notado cuando uno de los dos ha faltado.
La preocupación es superlativa ya que el central francés ha indicado que le apetecen nuevos retos, tal vez en su país o en Inglaterra. Varane, al igual que Ramos con España, es campeón del mundo de selecciones con Francia, lo que supone que dos de los mejores centrales del mundo dejarían el Real Madrid, dejando en cuadro a Zidane. El míster no se lo puede creer, se queda sin defensa.
Es cierto que desde los despachos de la Castellana se trabaja en incorporar jugadores que supongan una renovación generacional de la plantilla. Alaba está prácticamente confirmado y también se puede sumar Pau Torres, del Villarreal. Pero está claro que la marcha de esta pareja de centrales suponen un duro golpe y el fin de un ciclo.