Se deja querer por Bartomeu: central en la órbita del Barça

Dayot Upamecano ni mucho menos ha querido cerrarse puertas, y no quiere dejar pasar la oportunidad de abandonar el RB Leipzig. Porque cree que el proyecto ha sufrido un golpe importante, después de la salida de su gran estrella, Timo Werner, que se ha marchado al Chelsea de Frank Lampard. Y ve muy complicado la opción de pelear por la Bundesliga, o de repetir la hazaña de volver a alcanzar las semifinales de la Champions League.

Ha recibido propuestas importantes e interesantes, y las está estudiando detenidamente. Y de nuevo se ha dejado querer por el Barça, que sabe que busca un nuevo central, ya que confían en cerrar la venta de Samuel Umtiti próximamente. Y, si bien no tienen pensado invertir un dineral, una oportunidad de mercado como lo es el internacional francés no se puede dejar escapar así a la ligera. Habría que pensárselo detenidamente.

Josep María Bartomeu le tiene en cuenta, y ocupa un lugar privilegiado en la agenda, pero pensando en el próximo verano, en 2021. Porque, en ese momento, se activa su cláusula de rescisión, que pactó en su última renovación de contrato, y que está cifrada en solamente 42 millones de euros, una ganga. Pero lo cierto es que en el Red Bull Arena no verían con malos ojos venderle ahora, si así pueden sacar más dinero co su fuga.

El problema es la enorme competencia que habrá. Porque, por ejemplo, el Manchester United ha colocado al internacional francés, que debutó con la absoluta en el último parón de selecciones, como prioridad absoluta. Y muy pronto estarían preparando una ofensiva para llevárselo a la Premier League. Y tampoco hay que olvidarse del Real Madrid, pues es un jugador que resulta del completo agrado de Zinedine Zidane, que vería con muy buenos ojos su contratación.

El Barça no puede pagar semejante cantidad de dinero, a día de hoy, por Upamecano, pero ofrecería un intercambio con varios jugadores. Por ejemplo, Jean-Clair Todibo, que conoce la Bundesliga tras su paso por el Schalke 04. Aún y así, se antoja más que complicado.

Por no decir completamente imposible.