Saltan chispas entre Laporta y Koeman por la venta del crack culé
Nueva discrepancia entre el presidente y el entrenador que empiezan a mirarse con recelo
Hubo un tiempo en el que Joan Laporta y Ronald Koeman se apreciaban. De hecho, quizás todavía lo hagan, pero los dos están siendo conscientes de las enormes diferencias que existen entre las intenciones de uno y otro para poder reflotar a este Barça que hace unos meses estaba hundido y que, poco a poco, parece que irá reflotando.
Durante la campaña electoral la sintonía que ambos tuvieron fue total y eso animó a Laporta a dejar de hablar de un entrenador para su candidatura porque ya contaban con el ideal: el propio Ronald. Ahora bien, con la llegada de Laporta a la presidencia se tienen que empezar a tomar decisiones de calado y son ya varios los puntos en los que ambas partes han discrepado. La última de todas ha sido la del mosquito Ousmane Dembélé. Una de las joyas del club que parece estar por fin, saliendo a flote de la mano de Koeman, es un nuevo punto de discusión entre el técnico y Laporta.
Según lo ve Koeman, se está haciendo un enorme esfuerzo para que el francés recupere la confianza en sí mismo, para que haya adquirido una serie de hábitos saludables que le ayuden a lesionarse lo menos posible (lleva ya varios meses sin recaer en ninguna de sus múltiples, pero ya parece que pasadas dolencias) y para que su compromiso con el club sea total. Es por ello que el de Zaandam entiende que Dembélé será uno de los cracks llamados a triunfar y hacer triunfar a este Barça y no una moneda de cambio para un nuevo fichaje con el que se deba empezar de cero.
Sin embargo, Laporta entiende que el mejor momento para vender a Dembélé y sacar tajada por él es justamente ahora. El internacional francés es para Laporta uno de los pocos activos por el que el club podrá obtener una buena tajada con la que comenzar la reconstrucción de la plantilla.
Así pues, posiciones totalmente enfrentadas con respecto a Dembélé. Parece ser que la magia y la química existente entre Koeman y Laporta ha desaparecido de un plumazo en cuanto ha habido que remangarse y comenzar a tomar decisiones.