“Sabía que en el partido clave no daría la talla” Florentino lo tiene claro

El descarte de los dos cracks tras meses de scouting

Han sido muchos meses de seguimiento de tres de los 22 jugadores que ayer comenzaron la final de la Europa League de esta atípica temporada. Tan extraña ha sido que se ha celebrado una final de competición europea un 21 de agosto a puerta cerrada, casi nada. Ahora bien, que el partido no tuviese público, ni se celebrase en la fecha prevista, no quiere decir que no estuviese lleno de interés para muchos equipos europeos y entre ellos, el Real Madrid.

Cuando comenzó la presente temporada, en el Real Madrid se inició un seguimiento exhaustivo sobre los dos nuevos centrales del Sevilla Club de Fútbol: Diego Carlos, procedente del Nantes y Jules Koundé, fichado del Girondins de Burdeos. La pareja defensiva del Sevilla se ha salido este año y había convencido a la entidad blanca de cara a reforzarse con uno de ellos para la próxima temporada como tercer central.

Pero Florentino, más allá de esos informes positivos, quería verlos en acción en un partido donde el nivel de exigencia fuese máximo y la presión altísima. Y entonces se presentó esta posibilidad: Final de Europa League frente al todopoderoso Inter de Milán. Ahora si se podría medir el verdadero nivel de la pareja defensiva del momento. En frente tendrían a una de las delanteras más temidas de Europa: Romelu Lukaku y Lautaro Martínez. El primero ha sido seguido también por el servicio de scouting del conjunto blanco y había enamorado por sus últimas actuaciones en la competición europea.

Sin embargo, el partido echó por tierra todas las candidaturas. Según lo vio Florentino, a Diego Carlos se le vieron las costuras muy pronto, pues en el minuto dos Lukaku ya le había ganado en carrera y le hizo un penalti que supuso el primer gol interista. Además, en el segundo gol del Inter falló de nuevo Diego Carlos en la marca facilitando el gol a Godín.

Por su parte, Koundé no tuvo tantos errores pero tampoco cautivó a Florentino. Le vio agazapado y sin asumir responsabilidades en la salida de balón, algo que debería hacer si fichase por el Real Madrid. Además, su estatura (1,84) no termina de convencer al presidente blanco, al que le gustan los centrales de buena planta.

Con respecto a Lukaku, la noche empezó a lo grande y terminó por los suelos. El belga, a los dos minutos ya había transformado su penalti poniendo a su equipo por delante para terminar marcándose un gol en propia puerta (el definitivo 3-2) y fallar un mano a mano decisivo con Bono. El portero sevillista, por cierto, ha tenido un papel clave en este título para el Sevilla con sus actuaciones en las semifinales frente al United y en la final de ayer contra el propio Inter.

Es por ello que ninguno de los tres ha pasado el filtro y han quedado prácticamente descartados para el Real Madrid a pesar de los favorables informes durante todo el año. Ahora bien, si fallan las primeras opciones, tanto Koundé como Diego Carlos y Lukaku entrarán en la terna de candidatos a llegar al conjunto blanco.