Ronald Koeman lo tiene claro: él debe de ser el titular en su puesto

Un crack se gana un sitio en el Barça

Sergiño Dest volvió a hacer un partido realmente bueno, en esta ocasión, en la quinta jornada de la fase de grupos de la Champions League. Vale que el rival era bastante flojo, pues el Ferencvaros no opuso ninguna resistencia ni dio problemas, pero aún y así es digna de elogio su rápida adaptación. A pesar de su juventud, no ha necesitado más que unas pocas semanas para consagrarse como titular indiscutible, y ganarse el respeto de la afición del Barça.

Y también, de sus compañeros. Muchos reconocen que no le habían visto jugar nunca, pero han quedado impresionados con su nivel en los partidos y en los entrenamientos. Y creen que, desde que se fue Dani Alves a la Juventus de Turín, en 2016, es el mejor lateral derecho que ha pasado por el club. Entre medias, han tenido experimentos que no han funcionado, como Aleix Vidal, y otros que han rendido, pero no lo suficientemente bien, caso de Nelson Semedo.

Con solo 20 años, el internacional con la selección absoluta de Estados Unidos, a pesar de haberse criado en los Países Bajos, es todo un puñal. Siempre que ataca genera peligro, y lanza unos centros muy precisos, además de saber perfectamente cuando debe subir y cuando no. A nivel defensivo, tiene algunas cosas por pulir, pero las camufla bastante bien gracias a su velocidad y su potencia. Y no se cansa de correr, ni para abajo ni para arriba.

Ronald Koeman acertó de lleno pidiendo su llegada desde el Ajax de Ámsterdam, sin duda alguna. El tiempo le ha dado la razón, y los poco más de 20 millones de euros que tuvieron que invertir en él ya están justificados. Una muy mala noticia para Sergi Roberto, que era el que venía siendo titular hasta la fecha, y que ha sido noticia por dar positivo en COVID 19. Por suerte, no lo notarán en el Barça, ya que está lesionado, y no volverá hasta 2021.

Pero el internacional español tiene muy difícil jugar, viendo al nivel que está Dest. Al fin han solucionado el que era el gran talón de Aquiles de la plantilla.

O eso parece.