Ronald Koeman le pone la sentencia final a una pieza del Barça

Pone en la rampa de salida a un jugador

Ronald Koeman ha tenido un enfrentamiento con varias piezas del Barça. Su fuerte carácter ya le pasó malas jugadas en el Valencia, donde acabó enfrentándose a la mitad de la plantilla, y se tuvo que marchar por la puerta de atrás. Y en el conjunto azulgrana no iba a ser diferente en absoluto. De hecho, dejó fe de ello nada más llegar, cargándose a varios pesos pesados de la talla de Luis Suárez, Ivan Rakitic o Arturo Vidal. Sin duda, hace falta ser valiente para ello.

Muchos le reprochan que se equivocó, y que tendría que haber contado con ellos, pero lo cierto es que el holandés no se arrepiente de nada. Y, con el paso del tiempo, también ha tenido un enfrentamiento con Neto Murara, al que ya ni siquiera le deja jugar en la Copa del Rey. Pero, sin duda, el futbolista con el que peor relación tiene de todo el equipo, y con mucha diferencia, es con Riqui Puig. De hecho, no se esconden, y ninguno de los dos se atreve a negarlo.

Al poco de llegar, el que también fuera entrenador de Everton y Southampton le enseñó la puerta de salida. No solo porque le veía algo ‘verde’, y creía que era lo mejor para su progresión, que también, si no porque no le gustaba ni su actitud ni la de su entorno. Comprobó de primera mano como estaba algo más subido de ego de lo normal para un chico de 21 años, que apenas ha jugado unos pocos partidos en la élite, y que acababa de ascender al primer equipo.

Una actitud que le ha hecho tener problemas con algunos jugadores como Leo Messi o Jordi Alba. Pero es que, además, le acusó delante de todos de ser un filtrador, e informar a la prensa de lo que sucedía en el vestuario. Pese a todo esto, el internacional español sub 21 se quiso quedar, y ha pagado las consecuencias, ya que casi no ha jugado ni ha tenido continuidad. Y esperaba tenerla ahora, viendo que Miralem Pjanic no cuenta tampoco para Koeman, y Philippe Coutinho sigue lesionado.

Pero, antes que por Riqui, ha preferido apostar por Ilaix Moriba, de 18 años recién cumplidos, y al que el año que viene harán ficha del primer equipo del Barça.

La sentencia final.