Ronald Koeman acota: el niño maravilla ya vale 80 kilos, trato sellado

El último compromiso del FC Barcelona contra la Real Sociedad no ha dejado indiferente a nadie, especialmente a los seguidores culés. La ausencia de Leo Messi marcó el devenir del partido y, aunque otros jugadores de la parcela ofensiva estaban llamados a coger las riendas del equipo, fue Marc-André ter Stegen el que finalmente lo hizo.

Sí, a pesar de que sobre el papel el portero germano no tendría que intervenir mucho contra rivales de menor índole, el desastroso entramado defensivo del equipo ha provocado que en los últimos años el portero sea una pieza esencial en el club y, para suerte de los barcelonistas, éste está cumpliendo con creces durante toda su travesía por la ciudad condal.

Para más inri, no contento con dejar una auténtica actuación estelar durante los 90 minutos, Ter Stegen salvó a su equipo de una goleada en el tiempo de la prórroga y puso la guinda deteniendo tres lanzamientos en la tanda de penaltis: fue una noche mágica para él.

Pero la cara fea de la moneda la pone, como casi siempre, ese gran elenco de jugadores que le han costado al club un dineral. Y el de siempre, otra vez cuestionado. A pesar de que Antoine Griezmann no realizó el peor de sus partidos, tampoco lo hizo de la manera que se espera de él desde que aterrizó en el club hace más de un año y medio, ya que solamente a pinceladas demuestra esa calidad tan diferencial que atesora. El delantero galo desperdició una nueva oportunidad para decir eso de “aquí estoy yo” y, ante la ausencia del crack argentino, no supo coger galones en el momento ideal e incluso erró uno de los penaltis en la tanda.

Pero en lo que concierne a la portería, si el FC Barcelona sigue manteniendo vivas sus aspiraciones esta temporada es porque Ter Stegen está rindiendo a un nivel excepcional y ha echado el cerrojo al arco de la mejor forma posible. Con 28 años se encuentra en el mejor momento de su carrera deportiva y, a no ser que llegue algún club con 80 millones de euros bajo el brazo, será el amo y señor del Barça durante los próximos ciclos: Koeman le besa los pies, y no es para menos, ya que gracias a él tendrá opciones de ganar la Supercopa de España el próximo domingo.