Rodrygo y Dani Ceballos ponen al Bernabéu contra Carlo Ancelotti y abren una brecha en Madrid

Tensión en la capital tras el derbi

El empate cosechado entre el Real Madrid y el Atlético de Madrid en la noche de ayer en el Santiago Bernabéu sigue dando mucho que hablar y de forma dañina para varios efectivos de la casa blanca, el primero de ellos Carlo Ancelotti.

El técnico italiano volvió a dejar de lado la meritocracia a la hora de alinear su ‘11’ titular, algo que ya causó revuelo en el feudo merengue, pero es que además las decisiones tomadas durante la celebración del encuentro no pudieron ser más cuestionables, sobre todo con Rodrygo Goes y Dani Ceballos como protagonistas.

El internacional brasileño volvió a dejar una imagen muy preocupante sobre el césped, errando ocasiones manifiestas de gol y mostrándose sumamente desacertado en las ofensivas de su equipo, mientras que Brahim Díaz ofreció la otra cara de la moneda. El andaluz, más allá de anotar el gol del Real Madrid, fue el futbolista más desequilibrante sobre el terreno de juego y por sus pies pasaron la mayoría de ocasiones de peligro generadas por los blancos.

Eso sí, en torno al minuto 60 Ancelotti decidió sacar a Brahim del campo y mantener a Rodrygo a pesar del magistral remdimiento ofrecido por el malagueño, algo que provocó algunos silbidos contra la figura del técnico por tal decisión.

Es cierto que unos minutos más tarde Rodrygo también abandonó el terreno de juego, pero sin Brahim en el campo el Real Madrid perdió casi todas sus opciones de aumentar la ventaja que hubiera sido clave para lograr los tres puntos.

El segundo nombre que siembra la discordia en el Santiago Bernabéu es el de Dani Ceballos. Después de ganarse merecidamente la renovación el verano pasado, el centrocampista andaluz arrastra una dinámica de lo más alarmante en la que no esté mostrando ese criterio en la toma de decisiones que tan buen sabor de boca dejó la temporada pasada.

A pesar de ello, Ancelotti sigue contando con él de manera sistemática como alternativa desde el banquillo en detrimento de otros futbolistas bien podrían mejorar las prestaciones del utrerano de 27 años, quien poco a poco parece estar firmar su sentencia en el club… con una consecuencia que apunta a ser cuestión de tiempo: su venta el próximo verano.