Reunión de urgencia de Koeman y Messi tras la debacle del Real Madrid
Los dos efectivos más importantes del FC Barcelona este curso se han visto las caras
Aunque el envite europeo frente al débil Ferencvaros se presenta como un mero trámite para los de Ronald Koeman, algunos de los jugadores menos utilizados hasta ahora tendrán una oportunidad de lujo para tratar de ganarse la confianza del entrenador y hacerle cambiar de opinión respecto al próximo mercado invernal.
No obstante, la jornada del martes no ha pasado desapercibida en el entorno culé, especialmente la derrota del Real Madrid. Aunque al conjunto blaugrana debería importarle poco o nada el transcurso del conjunto blanco en la Champions League, Koeman no ha querido dejar pasar la ocasión para abordar uno de los temas que más dolores le ha dado desde que aterrizó en Barcelona: la derrota en El Clásico.
Sí, a pesar de que la dinámica del equipo está en línea ascendente, los fantasmas del pasado están cada vez más presentes ya que el entrenador holandés, la plantilla blaugrana y los aficionados culés no entienden cómo pudieron sucumbir contra un equipo que está totalmente roto. El pasado 24 de octubre el Real Madrid asaltó el Camp Nou de una forma muy contundente, el único partido en mucho tiempo en el que los blancos han demostrado estar a la altura del escudo.
Pero ahí radican las dudas de Koeman: ¿Esa victoria merengue fue mérito de los de Zidane o demérito de los catalanes? Desde luego que las sensaciones que están dejando los madridistas en estos primeros meses de competición son lamentables y todo el mundo es consciente de que el club está atravesando una de las peores crisis deportivas de su historia.
Pero si tan mal está el equipo, el FC Barcelona debería haber ganado ese último compromiso. Muchas dudas acerca de esta enrevesada situación que pone entredicho la capacidad del entrenador holandés para leer los partidos importantes, ya que recientemente cosechó una nueva derrota liguera frente a otro coloso europeo, el Atlético de Madrid. Y es que quizá el entrenador neerlandés no esté a la altura de un banquillo como el culé, aunque de igual modo seguirá conservando su puesto en el club ya que su despido implicaría un gran desembolso a modo compensatorio por los años que no ha podido cumplir al frente del equipo.
De momento, tanto Koeman como Zidane se quedarán y, aunque su situación hoy en día no es la mejor, aún tienen tiempo y oportunidades para revertir el trance tan adverso que atraviesan: golpe de efecto tras un mar de dudas.