El Real Madrid cierra la salida de un mimado de Zidane

Despedida sorpresa

Takefusa Kubo ha sido una de las grandes sorpresas del Real Madrid en esta pretemporada. El jugador japonés, fichado este verano a coste cero desde el FC Tokyo, ya despertó grandes expectativas con su fichaje, pues a su potencial, siendo considerado una de las mayores promesas del futbol mundial, se le suma el morbo de haber sido criado en La Masía.

En la Copa América ya dejó destellos de la gran calidad que atesora y, pese a su juventud, 18 años, fue de lo más destacado en el torneo disputado en Brasil. Pero en el Santiago Bernabéu avisaron que había que ir con calma con él, pues llega después de cuatro años en una liga menor, como la de su país, y físicamente aún está por desarrollarse. Por ello, le hicieron ficha del filial, con la esperanza de que se fuera cocinando a fuego lento.

La intención era que se adaptara en el Castilla de Raúl González y que les ayudara a conseguir el ascenso a Segunda División. Pero ‘Take’ rápidamente demostró que estaba preparado para algo más, después de sus actuaciones en los amistosos con el primer equipo.

Velocidad, desborde, descaro, elegancia, clase… Kubo se metió en el bolsillo a Zinedine Zidane, que quería contar con él para este curso. Pero apareció un impedimento legal: el número de extracomunitarios permitido. Eder Militao, Fede Valverde y Vinicius Junior ocupan las tres plazas permitidas por La Liga. Aunque, por suerte, el uruguayo logró la nacionalización hace pocos días.

Sin embargo, ese cupo será para Rodrygo Goes, apuesta personal de Florentino Pérez, y que está en la misma situación que el nipón. Por tanto, Takefusa no podía disputar ni un minuto este curso, y en el club se veía perjudicial para su proyección pasarse todo un año en Segunda División B. 

Por eso, en las últimas horas se ha decidido cederle. Y ya tiene destino: el Real Valladolid de Ronaldo Nazario, con el que existen muy buenas relaciones. En Pucela, tendrá la oportunidad de acumular minutos en la Liga Santander y ganar experiencia, para hacer méritos y regresar el verano que viene.

Pero el problema con los extracomunitarios seguirá estando