Real Madrid, Barça y Manchester City le querían: la gran revelación de La Liga se va

El joven talento celeste abandonará La Liga para comenzar una nueva etapa en Italia

El futuro de Gabri Veiga está cerca de cambiar por el fuerte interés del Nápoles en el futbolista del Celta tras la operación que va a llevar a Zielinski a Arabia Saudí. 35 millones de euros serán suficientes para hacerse con la gran revelación del campeonato español la temporada pasada. 

El fútbol español está a punto de perder a una de sus grandes promesas según las múltiples informaciones que llegan tanto desde Italia como desde Vigo, donde se da por hecha que la salida del canterano celeste es segura y él está viviendo sus últimas horas como jugador del club donde se ha criado y se ha desarrollado hasta llamar la atención de todos. 

Gabri Veiga tiene una clausula de 40 millones de euros a la que el Celta se había acogido desde que el interés de los grandes clubes comenzó a llegar. Real Madrid, Liverpool, Manchester City y FC Barcelona son los equipos que más habían sonado durante los últimos meses. Clubes con gran potencial que estaban interesados en conocer la situación del jugador para saber si su salida era fácil o no. Finalmente, ‘La Gazzetta dello Sport’ ha informado que la operación se cerrará en 35 millones de euros fijos, a los que se le podrían añadir dos más en variables si se cumplen determinados objetivos deportivos que no se han hecho públicos de momento. Pese a las palabras de Carlos Mouriño, presidente de la entidad gallega, el canterano saldrá por menos de la clausula de rescisión que marca su contrato. 

Sin oferta de renovación

Las impresionantes actuaciones de Gabri Veiga en La Liga provocaron que el nombre del gallego estuviese en boca de todos y las ruedas de prensa del Celta estaban marcadas por nombrarle constantemente a él. Las preguntas sobre una oferta de renovación se sucedieron con la misma respuesta por parte de la directiva celeste. No podían ofrecerle a Gabri algo parecido a lo que otros clubes le iban a dar, por lo tanto, pensaban que era mejor no poner un nuevo contrato encima de la mesa de negociación. Algo que a los aficionados del Celta no le ha gustado desde un principio.