Una reacción inesperada sorprende a Florentino Pérez y aleja más a Pogba

La opción Eriksen es la más viable

Todas las personas tenemos sueños, incluso los entrenadores más importantes, como Zinedine Zidane. El galo había diseñado un sistema de juego en su cabeza con unas piezas determinadas, en cuya cúspide se encontraba Paul Pogba, y ahora va viendo que éstas son cada vez más difíciles de encajar. Y todo por un jugador que se le ha atragantado como pocos: Gareth Bale. Enrocado en su situación de comodidad, el galés parece más pendiente de terminar su contrato en Madrid, aunque no juegue, que tratar de buscar una salida y ser el futbolista total que un día llegó a ser.

Ya de por sí esta situación es complicada para los blancos, toda vez que el zurdo de Cardiff cobra en torno a 15 millones de euros por temporada y pocas entidades están dispuestas a pagar ese sueldo al galés. Sin embargo, Florentino Pérez y ‘Zizou’, que le ha dicho por activa y por pasiva a Bale que no cuenta con él, creían haber encontrado una salida que satisficiera a todas las partes. Un trueque con el Manchester United entre el mediocentro francés y el extremo británico. Pero no. Bale, a través de su agente, sigue estrirando la cuerda y se hace de rogar. 

La negociación, creían el presidente del Real Madrid y su técnico, sería dura pero terminaría por hacerse. Creían que al final Bale accedería. Y cuando parecía que podía darse esta situación ha aparecido un intangible que atasca más la operación, y es uno que toca en el corazón a los dirigentes de los ‘Red Devils’: su afición. 

Bomba y ¿fin del culebrón?

Tan pronto se supo la intención de negociar un intercambio de cromos entre Manchester y Madrid, las redes sociales estallaron en contra de la operación. “No, gracias” “Aunque Pogba se vaya más tarde o más temprano, no se puede confiar en Bale, es muy costos y se lesiona mucho” “Puede que otros lo quieran, nosotros no” “Es propenso a las lesiones y ya no es ese jugador influyente que fue”... y un largo etcétera son algunas de las opiniones de los aficionados del United. Un sentir que, seguro, llegará a los dirigentes y estos tendrán en cuenta. 

Y si Bale no entra en la operación y el Madrid no quiere pagar 150 millones por Paul Pogba, ¿se habrá ido la última bala para traerle?. Parece ser que, con Eriksen a tiro y la pretemporada a la vuelta de la esquina, el Madrid podría claudicar en satisfacer a Zidane y en su lucha por Pogba, definitivamente.