Pide el ’9’ de Martin Braithwaite: el delantero que sueña con el Barça
Varios jugadores pelean por tener ese dorsal
El Barça busca a la desesperada un nuevo dueño para el mítico dorsal ‘9’, que han vestido jugadores de la talla de Johan Cruyff, Samuel Eto’o, Julio Salinas, Patrick Kluivert, Ronaldo Nazario, o, más recientemente, Luis Suárez. Y este último lo dejó libre con su marcha al Atlético de Madrid de Diego Pablo Simeone, cayendo en las manos de Martin Braithwaite, que no se lo pensó dos veces y no dudo en pedirlo. Otra anécdota más en su curiosa carrera.
Pero, obviamente, le durará poco, pues está en la lista de transferibles, y le buscan un comprador. Y, en el caso de que siguiera en la plantilla, se lo quitarían para dárselo a otro jugador, presumiblemente, al delantero centro al que incorporen. Para ese puesto, el sueño es Lautaro Martínez, pero que es imposible, por su elevado precio. Más factible es Memphis Depay, que termina contrato con el Olympique de Lyon. Aunque el último en solicitarlo ha sido Anthony Martial.
El astro del Manchester United desea hacer las maletas, y marcharse pronto de la Premier League, donde no ha acabado de explotar todo su potencial. Los cerca de 80 millones de euros que pagaron para sacarle del AS Mónaco han sido un lastre demasiado pesado para el internacional francés, que, no obstante, el curso anterior estuvo a un nivel muy bueno, y logró acabar con unas cifras goleadoras impresionantes. Pero todo se ha torcido.
Esta temporada no está teniendo tanta puntería, y ha sido criticado por la prensa y por la afición. De hecho, ahora mismo es suplente para Ole Gunnar Solksjaer, ya que Edinson Cavani, que llegó libre, le ha comido la tostada. En Old Trafford no están nada satisfechos con el ganador del Golden Boy en 2015, y han decidido colocarle en el mercado. A sus 25 años, el propio futbolista también tenía planteado hacer las maletas, de todos modos.
Y no se lo ha pensado a la hora de ofrecerse al Barça. Ve una oportunidad inmejorable, y su sueño es vestir de azulgrana. El problema, como no, es que tampoco sería nada barato llevárselo.
Asunto a seguir de cerca.