Ousmane Dembélé lía y gana a Barça y Laporta con 3 grandes de Europa
El club catalán se queda finalmente con el francés, que no dejará euro alguno en el Camp Nou y será un rival dentro y fuera del campo, esta y la próxima temporada
La llegada de Pierre Emerick Aubameyang al FC Barcelona en el tramo final de la ventana de fichajes invernal, llegue en las condiciones en las que llegue el gabonés, es casi una anécdota al margen del renglón principal que ocupa la estabilidad del Barcelona en este pasado mercado de enero, uno que tiene que ver con la segunda incorporación más cara en la historia de la entidad y que finalmente se la ha jugado al Barça y a Laporta, contra los que ha superpuesto su deseo y ahora es, de facto, un enemigo dentro y fuera de los terrenos de juego.
Sobre el interés manifiesto del PSG en El Mosquito que ayer os contábamos en Don Balón, el movimiento existió, pero el club francés se negó a plegarse a la petición del Barça con Ángel Di María como moneda de cambio por el díscolo futbolista galo del Barça, más que nada porque Nasser Al-Khelaifi se ve con posibilidades de triunfar en la subasta pública que planteará el jugador y su agente, Moussa Sissoko, en próximo verano, en el que será agente libre.
De modo que sí, Dembélé espera al PSG en verano… y, al menos, al Tottenham, que ha prometido luchar por él, e incluso al Chelsea, que lo ve como recurso ofensivo necesario en ataque y una petición expresa de Thomas Tuchel a Roman Abramóvich. Recordemos sobre el club londinense que el míster germano ya tuvo a sus órdenes al francés cuando ambos coincidieron en el Borussia de Dortmund.
Así las cosas, al margen del rendimiento que pueda dar un Aubameyang que llega con el cartel de jugador sospechoso y problemático que le colgaron Mikel Arteta y el Arsenal, Dembélé va a estar ahí, aislado o dispuesto, según precise en sus convocatorias Xavi, el cual, dicho sea de paso, no será libre en las mismas y tendrá que consultar al club hasta junio y en cada lista sobre la inclusión o no del habilidoso internacional con Les Bleus. Por ello, Dembélé sale vencedor de la lucha con el club, el presidente y Mateu Alemany y, si cabe, ya es un elemento de discordia en el vestuario. Mal asunto para los intereses culés.