Otro caso como el de Take Kubo: el Madrid quiere a un canterano culé

El Real Madrid dio un golpe importante sobre la mesa en verano de 2019, fichando a Takefusa Kubo. Primero, por el gran potencial que tenía, y tiene, el habilidoso mediapunta o extremo nacido en 2001, que aseguran que puede llegar a ser uno de los mejores del planeta en un futuro no muy lejano. Segundo, por el marketing que arrastra a sus espaldas, ya que, en su país, Japón, es todo un ídolo, y no recuerdan haber tenido un talento tan prometedor nunca.

Y por último, por el robo que supuso para el Barça, que esperaba el regreso del internacional nipón con ansías. Cabe recordar que se formó y se crió en La Masía, la cual tuvo que abandonar tras la sanción de la FIFA, en el año 2015, siendo una de sus promesas más interesantes. Y, en el momento que tuvieron que despedirse, prometieron que tarde o temprano sus caminos volvieron a juntarse. Algo que evitó Florentino Pérez con su aparición.

Cierto es que el asiático aún no ha debutado con el cuadro blanco en partido oficial, solo en amistosos, y que encadena una serie de cesiones por La Liga Santander que le han llevado a defender las elásticas de Real Club Deportivo Mallorca, Villarreal, y ahora, Getafe. Pero las expectativas siguen siendo muy altas, y, ahora que en verano se irá Zinedine Zidane, y también uno de los extracomunitarios de la plantilla, como Eder Militao o Vinicius Junior, puede hacer su regreso.

Pero el protagonista de hoy no es Kubo, si no otro ex canterano culé, al que tienen intención de recuperar algún día. Se trata de Dani Olmo, que se marchó con solo 16 primaveras al Dinamo de Zagreb, para tener más opciones de asentarse en la élite, como ha conseguido. Porque en Croacia se salió, lo que le valió para ser llamado por la selección española absoluta, tras pasar por las categorías inferiores, ganando el Europeo sub 21 en 2019, y firmar por el RB Leipzig hace justo un año.

En la Bundesliga ha seguido con su crecimiento personal, y en el Camp Nou estaban interesados en traerle de vuelta, como se dijo hace unos días.

Pero en el Santiago Bernabéu tampoco le pierden de vista.