Oficial: El primer trueque tras la pandemia. El Liverpool hundido

Bienvenidos a una nueva era. Tras varios años de bonanza y de una inflación galopante en el fútbol, parece que la crisis provocada por el coronavirus va a poner muchas cosas en su sitio. Una de ellas será la de los precios en el mercado del fútbol. Y es que la industria de este deporte ha vivido varios años en unos niveles muy difíciles de mantener. 

El parón de las competiciones ha supuesto la congelación, casi total, de ingresos por parte de los clubes. Como consecuencia de esto, los salarios de los jugadores han sido los primeros en verse afectados, en muchos casos reduciéndoselos de motu propio y en otros por obligación, tras acogerse su club al ERTE. Del mismo modo, muchos trabajadores que no desarrollan su trabajo sobre el césped han tenido que cesar su actividad. 

¿Y lo siguiente en verse afectado? Pues efectivamente, lo siguiente han sido los fichajes. Cuando un club va ahora al mercado, tiene menor capacidad adquisitiva para hacerse con su jugador deseado, del mismo modo que el club vendedor tiene mayores necesidades de ingresos, lo que provoca que el precio de venta termine siendo inferior al que se hubiese dado en una situación de normalidad. 

Ahora bien, que ocurre cuando directamente no hay dinero líquido. En ese caso, los clubes tienen que llegar a un acuerdo para poder pagar de algún modo, y ese pago en especias tiene una fácil solución: que se haga mediante el intercambio de uno o varios jugadores. Así es como se reactivarán las compra-ventas en los próximos meses. 

Y un ejemplo claro de esto es lo que están a punto de firmar Barcelona y Sevilla. El conjunto hispalense va a vender a su central, Diego Carlos, a cambio del centrocampista croata Iván Rakitic. El ahora culé ya jugó en el Sevilla hasta 2014 y está como loco por volver a una ciudad de la que se enamoró en su día. Por su parte, a Diego Carlos le ha llegado el momento de probar suerte en un grande y el Barcelona ha apostado fuerte por él.